Entrenar la resistencia

Entrenar la resistencia
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Muchas veces nos ha pasado que no hemos podido aguantar mientras realizábamos un deporte, o que nos costaba demasiado obtener el objetivo que buscábamos. Esto es debido en la mayoría de los casos a que nuestro nivel de resistencia no es el adecuado.

La resistencia es la capacidad física y psíquica que nuestro cuerpo tiene de aguante frente a un esfuerzo, y la capacidad de recuperación después de éste. En nuestra resistencia influyen varios factores físicos y psicológicos, y es que nuestra forma física tiene mucho que ver, al igual que nuestra voluntad frente al ejercicio en cuestión. Pero la resistencia es algo que se trabaja y se puede entrenar.

Antes de nada debemos saber que existen diferentes tipos de resistencia en función de un valor u otro, con lo que podemos diferenciar entre resistencia en función del volumen y la masa muscular, en función de la duración y forma del trabajo y por último en relación con la intervención de otras funciones físicas en el ejercicio que vamos a llevar a cabo. Es por esto que tenemos que saber que existen diferentes modalidades de entrenamiento.

Los métodos más habituales para entrenar la resistencia son:

Continuo: Consiste en realizar ejercicios de larga duración. Normalmente el tiempo medio es de 30 minutos y las diferentes actividades que se suelen hacer para esta modalidad de ejercicio son carrera, bicicleta, natación, caminata... La forma de entrenar la resistencia puede ser de forma uniforme, que consistirá en mantener un mismo ritmo a lo largo del tiempo que dure el ejercicio, y variable, en la que se alternarán diferentes tipos de intensidad a lo largo del tiempo que dura la actividad.

Fraccionado: Este método consiste en realizar periodos de entrenamiento e intercalar pausas para descansar y volver a realizar el ejercicio. A la hora de entrenar la resistencia por este sistema podemos hacerlo de dos maneras. Una de ellas consistiría en no descansar del todo cuando realicemos las pausas de descanso. Es decir, volveríamos al ejercicio sin habernos recuperado del todo. Normalmente para controlar esto lo que hacemos será medir las pulsaciones.

La otra modalidad consiste en realizar los descansos completos. Es decir, en los parones que hacemos entre ejercicio y ejercicio estaremos el tiempo necesario para que nuestro cuerpo se recupere y así agudizar su respuesta ante el esfuerzo.

Es aconsejable alternar los dos métodos de entrenamiento de la resistencia, ya que con ambos trabajamos lo mismo pero de diferentes maneras, que a la larga son complementarias y deben trabajarse a la par para conseguir una resistencia perfecta para hacer frente a cualquier tipo de actividad.

Más información | EF Deportes

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