El "murito" de la media maratón (y cómo derribarlo)

El "murito" de la media maratón (y cómo derribarlo)
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Hace tiempo hablábamos del muro de la maratón: ese punto alrededor del kilómetro 30-35 en el que nuestro cuerpo acusa la falta de energía y la mente dice que ya no quiere correr más. Como todo muro, es posible derribarlo, y os ofrecimos una serie de estrategias para conseguirlo.

En la media maratón también hay un muro: en este caso un "murito" más pequeño que puede aparecer entre los kilómetros 15 al 18 y que puede arruinarnos la carrera. ¿Aparece por problemas físicos o es algo más mental? Así es el murito de la media maratón, y así puedes derribarlo.

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Lo bueno del murito de la media maratón es que no es físico: generalmente, si hemos planificado nuestros entrenamientos de forma correcta y hemos hecho una buena carga de glucógeno es posible correr la media maratón sin problema. Sí, es cansado (oye, son 21 kilómetros), pero no terminamos de agotar nuestras reservas de glucógeno, y siempre suele haber varios avituallamientos sólidos.

Lo malo del murito de la media maratón es que es mental y quizás más difícil de derribar que si fuera solo físico. A partir del kilómetro 15 seguramente ya llevaremos más de una hora corriendo, y todavía nos queda un buen trecho por recorrer. Ante esta perspectiva y con el cansancio acumulado, la mente puede decir basta. Es bastante común comenzar con los típicos pensamientos negativos: "¿quién me habrá mandado venir?", "con lo a gusto que estaba yo en mi casa", "no estoy preparado y tenía que haber esperado a la siguiente"...

Sabiendo que esto puede ocurrir, podemos prevenirlo a través de una estrategia de carrera: ponernos pequeñas metas que iremos cumpliendo poco a poco (pensar en la carrera en tramos de 5 kilómetros en lugar de los 21 del tirón), conocer bien el recorrido, no salir a fuego los primeros kilómetros y dosificar la energía y, sobre todo, tener pensamientos positivos durante toda la carrera. Las piernas van hasta donde la mente les dice que vayan: si crees que vas a fallar, fallarás. Visualiza la meta y cómo vas a entrar en ella cuando llegues: ya estás un poco más cerca.

En mi primera media maratón creo que pediré a mis padres o a mis amigos que me esperen más o menos hacia el kilómetro 15: así me aseguraré un buen chute de energía que me dure hasta el final de la carrera.

El entrenamiento físico es muy importante en una carrera de media distancia, pero no podemos desestimar el entrenamiento mental, parte fundamental de un atleta.

Imagen | iStock
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