La obesidad reduce las papilas gustativas y dificulta la pérdida de peso

La obesidad reduce las papilas gustativas y dificulta la pérdida de peso
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El sentido del gusto es y ha sido fundamental en nuestra evolución, enseñándonos a preferir los alimentos energéticamente densos como aquellos de sabor dulce o ricos en azúcar cuya energía se asimila fácilmente y nos sirve como reserva de energía. Hoy ese rasgo que nos permitió sobrevivir a épocas de hambrunas en un pasado puede ser determinante en el desarrollo de obesidad, sin embargo, también se sabe por un reciente estudio que la obesidad reduce las papilas gustativas y dificulta la pérdida de peso.

Menos sabor más ingesta y viceversa

Como un círculo sin salida un estudio reciente realizado en roedores declara que el exceso de grasa en el cuerpo o lo que es igual, la obesidad, reduce en animales un 25% las papilas gustativas y ello conduce a un mayor consumo de alimentos en búsqueda de respuestas placenteras que ocasiona el sabor.

Así, cuanto más grasa en el cuerpo y más obesidad menos sabor experimentamos y a menor sabor más comemos, lo cual puede explicar lo difícil que es perder peso cuando se presenta obesidad y lo compleja que es esta patología condicionada por múltiples factores causantes.

Obesidad

Las papilas gustativas se regeneran de forma normal cada 10 días, pero en ratones obesos la apoptosis o muerte celular de las papilas se incrementaba mientras se reducía el número de células progenitoras, lo cual explica la menor proporción de papilas gustativas que caracteriza a animales con obesidad y que también podría suceder en humanos, quienes en busca de igual recompensa o respuesta placentera ante el consumo de dulce por ejemplo, deberían ingerir mayores cantidades que una persona delgada.

Esta alteración en el recambio de papilas gustativas podría estar ocasionada por la inflamación que caracteriza a la obesidad, es decir, por el exceso de grasa en el cuerpo y no por la dieta obesogénica, pues los roedores que se mantenían delgados aun con dieta obesogénica (porque eran genéticamente resistentes a la obesidad) no sufrían una reducción en sus papilas gustativas.

El poder experimentar adecuadamente los sabores y así, tener un sentido de gusto desarrollado correctamente sin duda es más importante de lo que pensamos y su alteración podría ser una de las muchas causas de la perpetuación de la obesidad en el cuerpo humano.

Imagen | iStock

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