Flexiones pectorales diamante, un pecho de acero en casa

Flexiones pectorales diamante, un pecho de acero en casa
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A la hora de trabajar el pectoral los ejercicios conocidos como flexiones suele ser una de las alternativas más conocidas y usadas por todos, y sobre todo sí queremos entrenar esta parte del cuerpo sin movernos de casa. Por ello en este post queremos detenernos en una de las formas más raras de entrenar esta parte del cuerpo, las flexiones conocidas como diamante.

Es cierto que a la hora de hacer flexiones siempre solemos trabajar otras partes del tren superior, ya que este tipo de ejercicio no aísla al máximo la zona pectoral. Pero si es cierto que es una de las mejores maneras y con más alternativas a la hora de fortalecer el pecho. En este casó este ejercicio que vamos a destacar nos ayudará a mejorar la tonificación de esta zona, pero no es para principiantes, pues requiere técnica y fuerza para su realización.

Colocación de las manos en forma de diamante

A este tipo de flexiones se las conoce como diamante por la colocación de las manos a la hora de ejecutar el ejercicio, ya que las colocamos de tal modo que formemos una especie de diamante con ambas. Es decir, al apoyar las manos en el suelo, las palmas quedarán apoyadas hacia abajo y juntaremos las puntas de los dedos de ambas manos y los pulgares de modo que el hueco que queda entre ámbar tiene forma de diamante.

Las manos, en esta postura descrita, las debemos colocar a la mitad del cuerpo, es decir, de frente a la mitad del pecho, de modo que los brazos queden hacia afuera al flexionar el cuerpo hacia abajo. El resto del cuerpo lo colocaremos como cuando realizamos unas flexiones normales, es decir, puntas de los pies apoyadas al suelo y tronco y piernas rectas y alineadas.

Ejecución del ejercicio

En esta postura lo que haremos será elevar el tronco partiendo desde abajo. Para hacerlo debemos centrar todo el empuje en los tríceps y en la parte central del pecho, que será la zona que actuará más directamente. Es importante no abrir los brazos hacia afuera, lo mismo que no arquear la espalda hacia abajo. Por ello si no podemos realizar de 10 a 12 repeticiones, lo que haremos será ejecutar las máximas que nos permita nuestra fuerza, para poco a poco poder ir avanzando sin problema en el entrenamiento.

Con este ejercicio también ejercitaremos toda la parte del core, pues esta zona entrará en acción a lo largo de todo el ejercicio al ser una parte fundamental a la hora de mantener el tronco recto y firme mientras llevamos a cabo este ejercicio.

Soluciones para principiantes

Si por falta de fuerza no logramos hacer ni una sola repetición, podemos familiarizarnos con el ejercicio apoyándonos en la pared en vez de el suelo. Nos inclinaremos contra la pared y los pies estarán apoyados en el suelo, el tronco recto y las manos sobre la pared. De este modo el peso que soportáremos será menor y poco a poco podremos aprender el recorrido y adquiriremos la destreza suficiente para poder hacerlo en el suelo.

Otra alternativa es apoyar las rodillas en el suelo, de modo que nos sea más sencillo elevar el peso del cuerpo. Esta opción es un paso intermedio que nos ayudará a trabajar más la zona que nos interesa.

Imagen | ThinkStock Video | Youtube / ScottHermanFitness

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