Parece que vivir estresado es una constante en nuestros días: una excesiva carga de trabajo, la preocupación por problemas de índole personal, dificultades en las relaciones con la familia o los amigos son factores que pueden desencadenar episodios de estrés que, a su vez, son susceptibles de causar patologías más graves como problemas con la comida o incluso propiciar episodios de ictus.
Conocer nuestro cuerpo y saber cómo responde frente a episodios de estrés puede ponernos en alerta para cortar con la situación que lo promueve (o al menos intentar lidiar con ella de otra manera más productiva) antes de que sea tarde. Estos son algunos de los signos de estrés más comunes, que os pueden ayudar a identificarlo y a poner solución lo antes posible.