María Branyas es la persona viva más longeva del mundo. Esta mujer catalana ocupó esta posición después de la muerte de Lucile Randon, que falleció a principios de 2023 a la edad de 118 años. Gerontology Research Group cuenta con una base de datos actualizada que muestra las personas vivas con más años del planeta.
Actualmente María Branyas Morera lidera la tabla con sus 117 años que acaba de cumplir. Nuestra supercentenaria nació el cuatro de marzo de 1907, ahí es nada. ¿Cuántos recuerdos caben en todos esos días? María no sólo tiene en su haber este récord, sino que también es la persona de mayor edad en haber sobrevivido al Covid-19, enfermedad que superó en el 2020 cuando tenía 113 años.
La propia María ha ido dejando algunos consejos en sus redes sociales que nos permiten encontrar algunas pistas sobre sus hábitos.
Comer sin llenarnos del todo
Uno de ellos está ampliamente evidenciado en la literatura científica, y no es más que comer pocas cantidades de comida. Este hábito no es una dieta, sino que consiste en comer solamente lo que necesitamos, sin sobrepasarnos. No hay privación de ningún alimento, pero sí consume aquellos que son menos saludables en contadas ocasiones.
En Japón tienen un concepto conocido como Hara Haci bu, que viene a significar que comamos hasta llenarnos solamente al 80%. Ese puede ser uno de los secretos por los que este país cuenta en su haber con una gran cantidad de supercentenarios.
Un yogur natural al día
María ha mostrado en alguna ocasión en su cuenta de X que toma un yogur cada día, pero natural, nada de azucarados. Este consejo es simplemente anecdótico, ya que no hay evidencia sobre el consumo de este alimento y la longevidad, aunque siempre será mejor opción tomar un yogur natural que un postre azucarado o ultraprocesado.
Gestión del estrés
El estrés es la verdadera pandemia del siglo XXI. Vivimos en una sociedad hiperconectada, que lejos de ayudarnos, nos lleva a desórdenes mentales de todo tipo. Hemos perdido el contacto humano real, los paseos por la naturaleza y el estado de paz y serenidad.
En su lugar, vivimos conectados a través de las pantallas, con mucho menos contacto humano del que María recomienda, y estamos aislados de la naturaleza con muros de hormigón. Si añadimos a esa mezcla el tráfico, el ajetreo de cada día, tanto a nivel profesional como personal, tenemos la antítesis a la longevidad.
Positividad cerca, malas vibraciones lejos
La supercentenaria catalana indica la necesidad de acercarnos a las personas que nos dan buena energía y positivismo, y alejarnos de las que traen todo lo contrario. Una analogía que me gusta especialmente es la que habla de personas vampiro o personas enchufe.
Las personas enchufe son aquellas con las que pasamos un rato y nos recargan la batería. Las personas vampiro hacen totalmente lo contrario: nos quitan la energía. El positivismo de uno mismo, además de rodearse de las personas adecuadas, influyen drásticamente sobre la cantidad de años vivimos, y si eso no ocurre, al menos los años disfrutados serán de mayor calidad.
Genética sí, y mucho
Cada uno contamos con una base genética que nos acerca o aleja a la salud y la enfermedad. Eso no significa que con una mala genética vayamos a enfermar, ni que alguien con una genética espectacular se libre del riesgo de una mala salud. Eso sí, si contamos con una buena genética y además nos cuidamos, tendremos mucha más probabilidad de soplar velas en más cumpleaños.
María no ha tenido en sus 117 años ninguna enfermedad importante, y como ya hemos comentado anteriormente, superó el Covid-19 sin mayores consecuencias. Esta infección actuó de forma mucho más agresiva en personas en peor estado de forma, o que tenían alguna afección médica, hablando siempre de manera general.
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Imágenes | María Branyas
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