El ciclo menstrual provoca numerosos cambios al mes en las mujeres e influye en muchos más aspectos de nuestra vida de lo que creemos. Y, sin embargo, sigue siendo un gran desconocido. Y es que, además de no tener todavía completamente claro cómo nos afecta y todo lo que implica, también está rodeados de mitos y creencias.
Así, no es raro escuchar todavía hoy que las mujeres nos ponemos lloronas o malhumoradas dependiendo del momento del ciclo en el que estemos cuando, en realidad, a cada una nos afecta de una manera diferente. Además, también se dice que cuando padecemos el síndrome premenstrual nos entran antojos. Queremos saber cuánto hay de cierto en esto y si tiene motivos biológicos o culturales.
Síndrome premenstrual y antojos: ¿biología o cultura?
Hasta ahora, algunas investigaciones habían encontrado que, durante el síndrome premenstrual, el apetito que sentimos las mujeres aumenta. No solo eso, sino que empeoraría nuestra sensibilidad a la insulina. De hecho, estudios como el de Cross y su equipo en 2001, habían encontrado que durante esa etapa tendemos a aumentar la ingesta calórica que hacemos.
Este aumenta del consumo de calorías, curiosamente, se suele dar mediante la superior ingesta de azúcares refinados, alimentos altos en grasas y reduciendo el consumo de proteínas.
Una investigación llevada a cabo en 1987 encontraba que las mujeres quizás aumentábamos nuestro consumo de carbohidratos en la fase lútea dado que estos elevan nuestros niveles de serotonina, aumentando nuestra sensación de bienestar, de manera que fuera una especie de "tratamiento" al malestar que suele venir asociado a esta fase del ciclo menstrual.
En cualquier caso, estas investigaciones no son especialmente nuevas y dejan abiertas algunas preguntas al respecto.
Nuevas señales que apuntan a motivos culturales
En cualquier caso, las nuevas investigaciones realizadas al respecto empiezan a esclarecer estas dudas. Así, un estudio realizado en 2017, parece indicar que los antojos tienen una base mucho más cultural que biológica. Al menos en lo que a los antojos premenstruales se refiere.
Y es que, esta investigación encontraba que el 90% de las mujeres estadounidenses padecían antojos de chocolate cuando estaban premenstruales. Sin embargo, encontraron que las mujeres nacidas en Estados Unidos presentaban más antojos que aquellas que vivían en el país, pero habían nacido en otro.
De hecho, aquellas mujeres inmigrantes de segunda generación y/o residentes en los Estados Unidos, pero nacidas en otro país, que aseguraban tener más antojos también mostraban una mayor aculturación de la cultura estadounidense y menor identificación con su cultura propia que aquellas que indicaban tener menos antojos.
Además, al analizar el porcentaje de mujeres españolas y egipcias que indicaron sentir antojos de chocolate durante el síndrome premenstrual, encontraron que eran el 28% en el caso de las españolas y tan solo el 6% en el caso de las egipcias. Los autores argumentan que estas diferencias se deben a normas culturales interiorizadas, y se alejan de la idea de que haya una base biológica.
Qué podemos hacer para reducir los antojos y sus efectos
Tanto si se debe a causas biológicas, como si, definitivamente, nuestros antojos dependen de causas culturales - o, incluso, de una combinación de ambas - la realidad es que sería recomendable reducir el efecto que estos antojos tienen en nuestro cuerpo y en nuestra salud.
Y es que, aunque sabemos que no pasa nada porque un día al mes nos apetezca comer algo menos saludable, sí sería recomendable no caer en atracones de comida insana que pueda llevarnos a sentirnos mal o a seguir comiendo del mismo modo el resto del mes.
Algo interesante es que nuestra alimentación puede reducir los síntomas del síndrome pre-menstrual - incluidos los antojos -. Aumentar el consumo de lácteos, añadir pescado azul a nuestra dieta, incorporar legumbres y semillas e incrementar la ingesta de verduras y fruta nos ayudará a reducir los síntomas y sentirnos mejor. Además, nos ayudará a sentirnos más saciadas y controlar los niveles de glucosa, lo que evitará que tengamos picos de energía que aumenten los antojos o el deseo de comer.
Además de esto, es importante que tengamos información. Conocer las diferentes fases de nuestro ciclo, cómo responde nuestro cuerpo en cada una y tener constancia de qué síntomas nos afectan a nosotras - porque cada experiencia es diferente - nos ayudará a adelantarnos, a ser conscientes, a normalizarlos y a no caer en clichés culturales.
Por otro lado, realizar deporte, mantenernos activas o practicar técnicas de relajación nos ayudará a minimizar también los síntomas del síndrome pre-menstrual.
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