Siempre hemos creído que el color rojizo es indicativo de calidad nutricional, sin embargo, un reciente estudio realizado por el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) del CSIC y la Universidad Autónoma de México, señala que debemos tener cuidado con las gambas demasiado rojas, porque pueden tener alto contenido en cobre.
La investigación ha comprobado que los carotenoides aumentan su tonalidad roja en presencia de metales pesados y tóxicos para el organismo como el cobre, por ello, las gambas demasiado rojas podrían no ser las de mejor calidad como creíamos, sino por el contrario, las menos seguras para consumo humano.
Tras exponer a un grupo de gambas a un agua con baja concentración de cobre, se probó que éstas tenían un color rojizo más intenso que aquellas que estaban expuestas a un agua sin cobre.
Aunque el estudio aclara que no todas las gambas de color rojo intenso tienen alta concentración de cobre, si representa un llamado de atención para considerar al momento de elegir.
Pero tampoco es recomendable escoger las gambas más pálidas, porque aunque de seguro no contienen el metal, tampoco poseen carotenos con función antioxidante que nos hablan de la calidad nutricional de este alimento.
Entonces, quizá lo mejor sea optar por gambas rosadas y sospechar ante aquellos ejemplares "perfectos" que tienen un color rojo intenso destacable por sobre el resto.
Si estabas por comprar mariscos para la Navidad, ten en cuidado al momento de elegir, con las gambas demasiado rojas.
Vía | Museo Nacional de Ciencias Naturales y PlosOne
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