El pasado 13 de noviembre tuvo lugar la Behobia-San Sebastián, una mítica carrera de 20 kilómetros. El ganador fue el gran atleta Carles Castillejo, con un tiempazo de 1 hora y 19 segundos...El atleta ha colgado los datos de su pulsómetro en las redes sociales y son, simplemente, alucinantes.
La media de velocidad a la que corrió fue de 3:01 min/km, algo solo aptos para atletas de élite. Para cualquier atleta amateur correr a esa velocidad aunque sea un par de kilómetros ya sería todo un récord. Carles consiguió mantener ese ritmo durante nada menos que 20 kilómetros seguidos. Veamos qué más datos mostró su pulsómetro:
Los datos del pulsómetro de Carles Castillejo en la Behobia
Los datos de tiempo y ritmo de carrera no coinciden fielmente con el timpo oficial, posiblemente porque el atleta pararía su pulsómetro un poco después. No obstante, los datos son alucinantes.
Las pulsaciones medias fueron de 185 latidos por minuto durante una hora seguida. Esto tampoco puede parecer tan exagerado, yo mismo puedo llegar a esa media en una media maratón, pero hay que tener en cuenta que un atleta de élite tiene un corazón más grande y optimizado, con lo que sus pulsaciones en reposo son más bajas y necesita un esfuerzo muy intenso para acercarse a su máximo, como es el caso.
Incluso llegó a los 192 latidos por minuto, lo que echa por tierra la fórmula de la frecuencia cardíaca máxima, que para el sería de 182...Sin comentarios. Las zonas de más bajada de pulsaciones suelen corresponderse con bajadas, de ahí la recuperación en las pulsaciones.
Otro dato interesante es el ritmo de carrera. Prácticamente toda la carrera estuvo rondando los 3:00 min/km. Si observáis la gráfica, no hay grandes variaciones de velocidad y las que se aprecian es debido a la pendiente de la prueba en momentos puntuales.
Esto confirma la tesis de que un atleta profesional no suele hacer cambios bruscos de ritmo en una prueba de larga distancia, intenta mantener el ritmo en todo momento, eso sí, nótese el aumento de velocidad en el último kilómetro, ahí seguramente el público animando en los últimos metros tuvo algo que ver.
Un dato que me ha llamado mucho la atención es el de la frecuencia respiratoria, que nos hace ver la gran capacidad pulmonar que tienen estos atletas. La frecuencia media de respiraciones es de 41 ciclos por minuto, es decir, menos de una respiración por segundo.
Si alguna vez habéis corrido a máxima intensidad, os daréis cuenta de que prácticamente hacemos una respiración por segundo o más, porque nuestros pulmones no son tan grandes y lo compensamos respirando más veces. En el caso de estos atletas, tienen los pulmones tan desarrollados que su volumen compensa para tener que respirar con menos frecuencia. Incluso a máxima intensidad, llega a las 52 por minuto, todavía por debajo de una respiración por segundo.
No dejan de ser sorprendentes los datos que tiene un atleta profesional en un competición donde lo da todo. Por mucho que llegemos a imaginar las diferencias con atletas amateur, viendo estos datos uno se da cuenta de la cantidad y calidad de entrenos que tiene que tener esta gente, además del potencial genético.
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