Las claves para evitar el reflujo gastroesofágico

Las claves para evitar el reflujo gastroesofágico

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Las claves para evitar el reflujo gastroesofágico

Somos muchos los afectados por el conocido reflujo. Quienes lo sufráis ya sabéis lo molesto que puede llegar a ser y lo fácil que resulta confundirlo con otras enfermedades. En mi caso, durante un tiempo me afectó de tal manera que creía que se trataba del asma agravado. Una vez me lo detectaron, tuve que comenzar a cuidar mi alimentación y renunciar a ciertos alimentos - al menos de manera habitual -.

Esto suele ocurrir cuando sufrimos esta enfermedad, y se debe a las zonas de nuestro organismo a las que afecta y los factores que empeoran las enfermedad. Por ello, desde Vitónica vamos a intentar contar qué es esta enfermedad, cuales son las causas por las que aparece y qué podemos hacer para controlarlo.

Qué es el reflujo gastroesofágico

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Se trata de una enfermedad del aparato digestivo. Existe una válvula llamada esfínter esofágico inferior que es la que controla el paso de los alimentos desde el esófago hasta el estómago. Cuando esta válvula se relaja de manera inadecuada o se encuentra alterada de alguna manera, puede provocar que la dirección se invierta y el contenido del estómago pase al esófago. Esto implica que parte de los ácidos del estómago suban también provocando irritación en la mocosa y causando ciertas complicaciones.

Entre los síntomas que esta enfermedad puede provocar podemos encontrar los siguientes:

  • Acidez: podemos sentir una sensación de ardor detrás del esternón. Esta acidez puede aparecer cuando el contenido gástrico pasa del estómago al esógafo causando la iritación en la mucosa. En casos más extremos, los fluidos gástricos pueden llegar hasta la boca por lo que podemos sufrir de regurgitación ácida.

  • Otros síntomas: también podemos llegar a sentir dolor en el pecho, jadeos o dolor de garganta. Si los ácidos gástricos llegan hasta la laringe pueden llegar a provocarnos dificultades para respirar similar a la del asma, dado que estos ácidos llegarían hasta las vías respiratorias.

Por qué aparece el reflujo

Christopher Flowers 267934 Unsplash

En general, esta enfermedad aparece cuando una persona tienen una alteración en la válvula que provoca que se mantenga abierta de manera que el ácido gástrico pase del estómago al esófago.

Existen algunos factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo que tenemos de padecer reflujo gastroesofágico. Entre ellos podemos encontrar algunos relacionados con la alimentación o nuestro estilo de vida.

  • Alimentación inadecuada: consumir chocolate, pimienta, muchas especias, café o alimentos con muchas grasas pueden resultar irritantes. Además, el consumo de alcohol o de tabaco también pueden provocar que se relaje la válvula que permite el paso de los alimentos hacía el estómago.

  • Sobrepeso u obesidad: tener alguna condición que aumente el la presión abdominal puede facilitar la presencia del reflujo.

Cómo podemos controlar el reflujo

Vigilar nuestra dieta

Jason Wong 349777 Unsplash

En la medida de lo posible, debemos intentar mantener una dieta variada y equilibrada que nos asegure un alto consumo de fruta, verduras y fibra. Además de esto, debemos intentar consumir alimentos con un alto contenido en grasas, excesivo cantidad de pimienta o especias, chocolate o frutos cítricos.

Otras cosas que podemos intentar es evitar el consumo de alimentos o muy fríos o muy calientes ya que pueden irritar la mucosa. Debemos tratar de no consumir alimentos fritos y elegir los alimentos hervidos o al vapor.

Evitar el consumo de café

El café puede provocar un aumento en la acidez del estómago que puede empeorar el reflujo. Lamentablemente, consumir café descafeinado tampoco es una opción ya que tiene el mismo efecto en nuestro organismo.

Cambiar nuestros patrones de comidas

Lo ideal es que intentemos masticar las comidas tanto como podamos y evitemos comer entre horas. Si no podemos consumir tres comidas sin picar es buena idea repartir las comidas en cinco.

Podemos intentar cenar entre dos y tres horas antes de irnos a dormir ya que tumbarnos con el estómago lleno puede favorecer el paso de los ácidos del estómago a nuestro esófago. Además de esto, podemos dormir con la cabeza y el tronco ligeramente más elevado que el resto del cuerpo.

Por supuesto, hay que intentar **evitar el consumo de alcohol** y tabaco y perder peso en casos de sobrepeso que puedan empeorar las condiciones de nuestro organismo.

Imágenes | Pixabay, Unsplash
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