Rabdomiólisis o cómo el ejercicio demasiado intenso se puede convertir en enfermedad

Rabdomiólisis o cómo el ejercicio demasiado intenso se puede convertir en enfermedad
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El ejercicio es fundamental para conseguir una salud en perfectas condiciones. Nosotros en Vitónica lo hemos comentado desde siempre, pero en esta ocasión nos queremos detener en una anomalía ocasionada muchas veces por el exceso de ejercicio. Se trata del trastorno conocido como rabdomiólisis. Para ello vamos a adentrarnos en profundidad en qué lo origina y lo que podemos hacer para evitarlo.

La rabdomiólisis se suele asociar siempre al deporte, y en cierto modo está vinculada, pero no es una de las principales causas. Existen otras como lesiones musculares, consumo de drogas, trastornos musculares hereditarios, niveles bajos de fosfato, convulsiones o temblores musculares, extremos en la temperatura corporal... Nosotros sobre todo nos vamos a centrar en la derivada de una actividad deportiva excesiva.

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Una breve descripción de la rabdomiólisis

Concretamente este trastorno se trata de la descomposición que sufre el tejido muscular que ocasiona la liberación de los componentes de estos tejidos a la sangre. Estas sustancias se depuran a través del riñón, quedando almacenada en forma de sedimento y ocasionando daño en el mismo y un mal funcionamiento derivado de esta situación.

Destrucción del tejido muscular y liberación de sustancias a la sangre nocivas para el sistema renal. Principales causas de la rabdomiólisis

A grandes rasgos la rabdomiólisis consiste en esto, pero detrás de este trastorno existen otros muchos aspectos que no podemos pasar por alto. Los citados anteriormente son algunos de ellos, pero el deporte excesivo y la falta de preparación para el mismo puede ser otra causa. Así lo deja claro un estudio realizado por el departamento de Medicina de familia y Comunitaria del Centro de Salud de Galapagar en Madrid.

El origen de la rabdomiólisis

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Este informe lo que hace es detenerse en los orígenes de la rabdomiólisis derivada de una actividad deportiva excesiva. Concretamente lo que sucede es que el músculo esquelético, como comentábamos anteriormente, se descompone y libera al torrente sanguíneo mioglobina, electrolitos y enzimas musculares. Concretamente las enzimas que libera son la CPK, GOT, LDH y aldolasa; los pigmentos hemo y mioglobina; electrolitos como potasio y fósforo y purinas.

Factores de riesgo

Como hemos comentado uno de los principales factores de riesgo es el desarrollo de actividad deportiva excesiva, concretamente, según este informe, se han detectado factores de riesgo como desarrollar ejercicio en condiciones de humedad o temperaturas extremas. La sudoración excesiva provoca pérdida de potasio. Si no recuperamos este potasio perdido a través de la hidratación corremos el riesgo de padecer este trastorno.

El ejercicio excesivo sin preparación, la falta de hidratación y la pérdida de potasio, las principales causas

Junto a esto, la falta de práctica a la hora de hacer ejercicio puede ser otra de las causas, sobre todo si no estamos en buena forma física y decidimos realizar ejercicio excesivo sin contar que nuestro organismo tiene un límite. Hay que tener presente que los músculos deben estar preparados y que evolucionan poco a poco para ir desde lo simple y sencillo a lo más complejo.

Síntomas de la rabdomiólisis

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Ente los síntomas de la rabdomiólisis vamos a detenernos en los más habituales que nos servirán para detectar el riesgo de aparición de este trastorno. Frente a nosotros tenemos dos formas de saber si la padecemos. Por un lado tenemos los síntomas físicos que se aprecian sin hacernos pruebas, y por el otro tenemos los síntoma orgánicos que se detectan con un simple análisis de sangre.

Los efectos físicos que seremos capaces de apreciar en el caso de que la rabdomiólisis haga acto de presencia son el dolor muscular, la debilidad y el color marrón de la orina. En algunos casos se detecta inflamación muscular, rigidez en los músculos, calambres, dificultad para movernos, malestar general, en algunos casos fiebre, dolor abdominal e incluso nauseas y vómitos.

Dolor y debilidad muscular, orina de color marrón... Son algunos de los síntomas más habituales descritos

Los últimos síntomas descritos anteriormente no siempre se presentan, sino que simplemente la debilidad muscular y el dolor puede ser un indicador. Por ello es necesario que recurramos a una prueba sanguínea para determinar la presencia de rabdomiólisis. En este análisis de sangre se determinarán los niveles de CPK en sangre. Estos valores aumentan pasadas dos horas desde que comienza el daño muscular, y como máximo s extiende hasta las 72 horas.

Hay que tener en cuenta que el CPK simplemente es un indicador sanguíneo que nos avisa de la presencia de enzimas musculares en sangre. Para nada interviene en el daño renal que se produce como consecuencia de la rabdomiólisis. Por ello cuando se detecta este trastorno es necesario frenar el daño renal y cuidar que éste no se produzca si no ha aparecido ya.

Prevención de la rabdomiólisis

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Pero no se trata de un trastorno imposible de prevenir, ya que podemos hacerlo si sabemos cómo. Ante todo es necesario que seamos conscientes de la actividad que estamos llevando a cabo, de la forma física que tenemos y de lo que somos capaces de hacer. Como siempre hemos dicho, es necesario que sepamos escuchar a nuestro organismo para saber cuándo estamos al límite y hasta donde podemos llegar.

Una correcta hidratación, una alimentación cuidada y evitar el esfuerzo excesivo son básicos para evitar la rabdomiólisis

Además de esto, es necesario que sigamos una alimentación saludable encaminada a la recuperación muscular. Un músculo bien alimentado nos ayudará a resistir más el ejercicio y a conseguir un mayor desarrollo del mismo. El aporte adecuado de minerales, proteínas, vitaminas, grasas e hidratos de carbono es esencial para conseguir unos músculos en perfectas condiciones que aguanten el estrés derivado de la actividad física.

Mantener una hidratación adecuada también es esencial y es una de las principales formas de prevención que existe. De hecho este es el principal tratamiento que se aplica cuando aparece la rabdomiólisis. Sobre todo lo que se aplica es una hidratación intensiva mediante suero intravenoso que nos ayudará a evitar un fallo renal agudo. Cualquier tratamiento está destinado a evitar el daño renal y la eliminación de las sustancias que pueden afectarnos.

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Consideraciones generales de la rabdomiólisis

Como última consideración, destacaremos que este caso que se nos propone destaca que la rabdomiólisis aparece mucho más en hombres que en mujeres, Quizá debido a la mayor concentración de masa muscular, ya que también los individuos que tienen una mayor cantidad de fibras corren más riesgo de padecer rabdomiólisis. Por ello es de vital importancia la correcta alimentación e hidratación.

Cuidado al confundir la rabdomiólisis con las agujetas

Importante es tener presente que en muchos casos se confunde este trastorno con las características y habituales agujetas. Éstas causan dolor muscular y pinchazos, pero no debilidad y mucho menos orina de color marrón similar al té. Por ello es importante no alarmarse al padecer dolor muscular después de una actividad física. Es importante conocer bien las medidas de prevención para llevarlas a cabo y evitar sustos innecesarios.

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