Cómo planificar tus nuevos objetivos para el curso 2018/2019 para que (esta vez sí) los cumplas

Cómo planificar tus nuevos objetivos para el curso 2018/2019 para que (esta vez sí) los cumplas

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Cómo planificar tus nuevos objetivos para el curso 2018/2019 para que (esta vez sí) los cumplas

Agosto se acaba y con su fin comienza también tener que despedirnos de las vacaciones. Para muchos, entre las que me incluyo, que se termine el verano es un momento duro e indeseado. Sin embargo, este año podemos intentar plantearlo de otra manera: un principio en vez de un final.

Y es que todos tenemos objetivos que año tras año nos prometemos cumplir. Para algunos es comenzar a hacer deporte, para otros comprometerse - esta vez sí que sí - con la dieta, a algunos les gustaría dejar de fumar, y otros queremos simplemente ser más organizados o productivos. Sean cuáles sean nuestros objetivos, el curso 2018/2019 puede ser el año en el que por fin lo consigamos. Para ello, solo necesitamos aprender a planificar y organizar y la psicología nos puede dar las claves para triunfar en nuestros objetivos.

Qué podemos hacer para planificar mejor

Dosificar nuestras metas

Estee Janssens 396889 Unsplash

A veces decidimos que queremos algo y lo queremos todo ya sin transición. La realidad es que si nunca hemos hecho deporte, no podemos pretender ser profesionales en dos semanas y lo mismo ocurre con cualquier objetivo que nos planteemos. Por ello, es importante que vayamos dosificando nuestras metas de manera progresiva.

En muchos casos vamos directamente en busca de la gran meta final, sin ponernos marcas intermedias, por lo que al no alcanzarla enseguida nos desanimamos y desilusionamos llegando a sentirnos incapaces. Lo ideal es ponernos metas intermedias más pequeñas y realistas que podamos cumplir y según las vayamos alcanzando ir poniendo nuevas metas hasta llegar a nuestro objetivo final. De esta manera, podremos ir cumpliendo nuestros retos de manera medianamente sencilla sin desanimarnos y aumentando nuestra confianza.

Definir de manera adecuada nuestros objetivos

Tanto la meta final, como los objetivos intermedios los debemos definir de manera adecuada, específica y medible. Tener un objetivo poco claro o que pueda ser interpretado de manera subjetiva no nos da una guía clara y resulta mucho más complicado comprobar si estamos cumpliendo los objetivos marcados.

Por ejemplo, pongamos que nuestro objetivo es ser mejores manteniendo la relación con nuestros amigos. Definir el objetivo como "escribir más a mis amigos" puede ser interpretado de manera distinta por cada uno de nosotros. Por ello, lo ideal sería definir nuestro objetivo de forma más clara y en base a que podamos cumplirlo. En esa misma situación, lo más efectivo sería definirlo como "llamar a este amigo y a este otro una vez a la semana y mandarles mensajes tres veces a la semana".

Poner por escrito nuestros objetivos

Hannah Olinger 549282 Unsplash

Puede parecer un paso innecesario, pero la realidad es que poner nuestros objetivos bien marcados en un papel nos puede dar una clara visión de continuidad y nos permitirá tener una referencia objetiva de las cosas que vamos consiguiendo.

Por ello, en un papel podemos poner cuál es nuestro objetivo final, y qué metas intermedias vamos a ir cumpliendo hasta llegar a ella. Además, podemos poner fechas concretas en las que queremos ir cumpliendo esas metas.

Premiarnos por los progresos

A veces nos centramos en conseguir nuestros objetivos y somos muy duros con nosotros cuando no lo estamos haciendo bien, pero nos olvidamos de felicitarnos y premiarnos cuando sí los estamos cumpliendo.

Por ello, es importante que demos valor a nuestro progreso y nos otorguemos pequeños premios o caprichos cuando consigamos alcanzar una de las metas establecidas. De esta manera reconoceremos y valoraremos nuestro esfuerzo.

Aceptar los malos momentos

Rawpixel 769317 Unsplash

La realidad es que, por mucho que nos esforcemos y por muy motivados que estemos, vamos a tener días malos. Todos pasamos por días en los que no nos apetece hacer nada o en los que no somos capaces de cumplir nuestros objetivos.

Aceptar este hecho, entender que es algo normal y aprender a perdonarnos es igualmente necesario. No pasa nada por tener un mal día, debemos utilizarlo para descansar y volver al día siguiente con más ánimo.

Imágenes | Unsplash
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