En el sudeste asiático y algunas zonas de África se cultivan las plantas de konjac que luego se utilizan para preparar algunos platos y también como medicina tradicional en forma de suplementos. Este aditivo alimentario tiene numerosas propiedades que lo hacen muy interesante a la hora de introducirlo en nuestra dieta.
Te presentamos al desconocido konjak
Konjac es una planta que crece en el sudeste de Asia y África. En concreto, el glucomanano de konjac (KGM) es una fibra dietética que se utiliza como aditivo alimentario. Este alimento se puede consumir en forma de harina para elaborar platos como pasta, fideos o tofu.
Es una rica fuente de fibra soluble, por lo que tiene efectos beneficiosos sobre el sistema digestivo y casi no contiene calorías. También se puede utilizar como suplemento nutricional para tratar la obesidad, el estreñimiento, la diabetes y el acné.
Los principales beneficios para la salud descritos para KGM incluyen la reducción de los triglicéridos , el colesterol, la glucosa en sangre, la presión arterial y el peso corporal, la promoción de la actividad intestinal y la función de refuerzo inmunológico en los seres humanos.
Beneficios para la salud de KGM
KGM tiene beneficios potenciales para la salud debido a sus numerosas actividades biológicas, que incluyen actividades antidiabéticas, antiobesidad, laxantes, prebióticas y antiinflamatorias.
La obesidad y la diabetes son alteraciones metabólicas en las que puede ayudar el konjac. En concreto, la resistencia a la insulina y los niveles de azúcar en sangre son los dos factores que regula positivamente el KGM, y que son fundamentales para controlar nuestro metabolismo y reducir la masa grasa y mejorar las funciones de la insulina.
Su labor como antioxidante y antiinflamatoria, también ayuda en las alteraciones metabólicas y en la salud en general: artritis reumatoide, trastornos de tiroides, ciertos tipos de cáncer, curar heridas y otros.
El konjac tiene un efecto laxante, al igual que otras formas de fibras dietéticas de diferentes fuentes. Los productos que contienen harina de konjac derivada de la planta de konjac son fuentes ricas en fibra dietética. La fibra dietética absorbe agua, lo que permite que se hinche y aumente el volumen de las heces, mejorando así la flora intestinal y el movimiento intestinal.
El conjunto de todos esos beneficios hace interesante el consumo de konjac en nuestra dieta, ya sea en forma de platos (pasta, tofu, fideos...) o como suplemento dietético dispensado por el médico en el caso de cursar alguna alteración que se pueda beneficiar de su ingesta.
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