La vitamina D es una vitamina liposoluble de gran importancia en nuestro cuerpo, no sólo para mantener y desarrollar huesos y dientes sino también, para cuidar el cerebro, corazón y otros órganos. Por eso te mostramos cuándo es necesario acudir a suplementos, si la vitamina D no alcanza.
Vitamina D y sus fuentes
La vitamina D puede sintetizarse en nuestro cuerpo mediante la exposición al sol. Sin embargo, en otoño y en invierno o cuando por otras razones no pasamos gran tiempo al aire libre ni nos exponemos al sol considerablemente, puede faltar vitamina D y se recomienda acudir a los alimentos fuentes.
No obstante, si nuestra dieta no ofrece suficiente cantidad, por ejemplo porque llevamos una alimentación vegana o bien, si tenemos necesidades aumentadas de vitamina D debido a embarazo, lactancia u otras causas, puede ser necesario acudir a suplementos.
En este sentido, pueden requerir suplementos de vitamina D los adultos mayores, las embarazadas, los niños pequeños y sobre todo, las madres lactantes, de manera tal de cuidar los niveles de este nutriente no sólo en su cuerpo sino también en los bebés amamantados.
Más allá de estos grupos vulnerables, siempre es importante atender a las particularidades de consumo y necesidades de cada persona, siendo por ello desaconsejado el uso suplementos si no es exclusivamente por recomendación de un profesional de la salud, ya que los excesos de vitamina D pueden también, generar consecuencias indeseadas.
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