En torno a los hidratos de carbono existen muchas preguntas y muchas dudas al respecto. A pesar de que hemos dedicado muchos post al respecto, todavía siguen planeando muchas dudas sobre su ingesta y los mejores momentos para hacerlo. Nosotros esta semana queremos trasladar estas dudas a la pregunta de la semana para que entre todos lleguemos a una conclusión:
¿En qué momento del día es mejor ingerir hidratos de carbono?
A través de los hidratos de carbono recibimos la energía necesaria para realizar las diferentes actividades cotidianas. Es cierto que es el principal combustible del cuerpo, pero en exceso o mal ingeridos pueden acabar por acumularse en el organismo en forma de grasa. Esto es debido a que los hidratos de carbono los convierte el cuerpo en glucosa, haciendo que los niveles de ésta aumenten. SI no consumimos esa glucosa, el organismo tenderá a acumular este exceso de glucosa en forma de grasa. Por ello es necesario ingerir los hidratos más adecuados y en el momento adecuado.
Para muchas personas ingerirlos una hora antes de entrenar es lo ideal. Para otras lo adecuado es hacerlo durante la mañana, que es el momento en el que el metabolismo nos funciona más deprisa y cuando quemamos mejor el exceso de glucosa. También hay que tener en cuenta el tipo de hidratos que consumimos, ya que no todos son iguales, pues la procedencia es fundamental. Por un lado tenemos los hidratos que provienen de harinas refinadas y los que se obtienen de harinas integrales, que son se asimilación lenta y que hacen que los niveles de glucosa se mantengan más constantes y no aumenten momentáneamente.
Por esto, y teniendo en cuenta estas directrices, es importante que entre todos lleguemos a una serie de conclusiones. Para ello es necesario que las respuestas las realicemos en la parte de preguntas y no en los comentarios de este post.
Respuestas a la pregunta de la semana pasada: ¿Qué alimento no puede faltar en tu desayuno?
La semana pasada nuestro compañero Juan Lara realizó una pregunta que ha tenido muchas respuestas. Nosotros vamos a destacar las más valoradas. En primer lugar destacaremos la realizada por Jesús Omenaca:
No tengo ningún alimento obligado en el desayuno… porque me parece un concepto algo “erróneo” el obligarse a tomar un alimento específico en una comida determinada. Eso sí, lo que nunca falta es: • Fruta (Naranja, kiwi, fresas, manzana, melocotón o durazno, uvas, melón… según la época del año) o equivalente a fruta (tomate, por ejemplo). • Lácteo (leche, yogur, cuajada, requesón…). • Hidrato de carbono complejo. Ya sea avena, centeno en copos, pan integral… incluso he llegado a tomar lentejas para desayunar, como “hidrato de carbono complejo”. • Grasa: Aceite, nueces, almendras o algo de ese estilo. Cada día voy variando y algunas veces desayuno “restos” del día anterior (así que hay días en los que he desayunado gazpacho, o alubias, o brécol salteado, atún, jamón, pavo o… yo qué sé). Lo dicho: No tengo un alimento “fijo” y no sé hasta qué punto será bueno tenerlo.
En segundo lugar vamos a destacar la respuesta dada por Alex de Haro:
El pan de centeno! y puuuunto!
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