"Ceno todos los días ensalada y no consigo bajar de peso": estas son las posibles causas por las que no ves resultados

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Ahora que estamos ya en pleno verano, muchas personas que han llegado tarde a la llamada "operación bikini" les entran las prisas por bajar de peso. Dentro de la operación bikini, emplean varias estrategias como batidos detox, ayunos largos y, como no, cenar ensaladas.

Dentro del colectivo que cena ensaladas, muchas personas no notan los resultados que les gustaría ya que suelen cometer bastantes errores. Y en este artículo os vamos a mostrar cuáles son.

Muchas calorías en la ensalada

Muchas personas piensan que comerse una ensalada es sinónimo de ingerir pocas calorías, pero nada más lejos de la realidad. Cenar una ensalada puede ir desde comer un poco de lechuga con unas pocas hortalizas más como pimientos, cebolla, etc., hasta que lleve un aguacate, dos puñados de frutos secos y otros alimentos altamente calóricos.

Por ello, observa bien qué estás introduciendo en tu ensalada para que no se te vayan mucho las calorías, porque perfectamente un ensalada puede llevar 1.000 kcal o más.

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Estás incluyendo pocas proteínas

Las proteínas son necesarias para proteger la masa muscular de la atrofia. Por ello mismo, es importante que introduzcamos alguna fuente de proteína como pollo, salmón, queso, etc.

Además, la proteína también ayuda a aumentar la saciedad, haciendo que después de la cena no nos dé por picar algo como chocolate, golosinas o algún otro alimento procesado.

Estás moviéndote poco

Aunque puede que tus ensaladas aporten pocas calorías, si a lo largo del día has ingerido bastantes más calorías y encima no te has movido, puede que no solo no consigas bajar de peso, sino que puede que subas.

De manera que comerte una pizza de vez en cuando no va a hacer subir de peso, cenar ensaladas no tiene por qué hacerte bajar de peso. Por ello, revisad bien lo que estáis ingiriendo a lo largo del día.

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Te estás obligando a cenar algo que no te gusta

Esto suele pasar especialmente, y es ingerir alimentos o un grupo de alimentos que no nos gusta. Esto hace que antes de irnos a dormir nos demos algún capricho que otro (sea consciente o inconsciente) y, obviamente, esto implica que aumenten las calorías.

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Imágenes | iStock, Vitónica

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