'Science' ha nombrado a los medicamentos GLP-1 el avance del año. Por ese nombre no te sonarán, pero quizás si decimos 'Ozempic' o 'Wegoby'puede que sí. Estos fármacos han mostrado resultados nunca antes vistos en la efectividad para bajar de peso en personas con obesidad. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y queda todavía camino para poder prescribir a nivel general estos tratamientos.
Pastillas para perder peso: ¿nos estamos acercando?
La revista 'Science' hace balance del 2023 y sitúa a los medicamentos para bajar de peso como descubrimiento del año. A lo largo de este 2023 hemos descrito en Vitónica fármacos como 'Ozempic', 'Berberina', 'Mounjaro', 'Wegovy' y 'Zepbound' que han demostrado resultados prometedores para diferentes beneficios de la salud como la pérdida de grasa, el control de la glucosa y otros.
No es de extrañar que cualquier ayuda contra la epidemia mundial de la obesidad sea acogido como agua de mayo. En Estados Unidos, alrededor del 70% de los adultos se ven afectados por el exceso de peso, expone la publicación de 'Science' en la que nos basaremos para elaborar este artículo.
La obesidad acarrea otros problemas metabólicos como la diabetes tipo 2, además de muchas otras alteraciones vasculares y metabólicas como los infartos o el cáncer. Desde hace muchas décadas se ha intentado lograr con medicamentos lo que como sociedad no hemos conseguido: controlar la obesidad.
Los medicamentos que están remodelando la medicina imitan a una hormona que tenemos en el intestino que se llama péptido similar al glucagón-1 (GLP-1). Estos fármacos fueron desarrollados inicialmente para la diabetes con grandes resultados, pero por sus efectos en la pérdida de peso se comenzaron a utilizar con ese fin.
'Ozempic' y el alboroto que generó su falta de suministro
A finales de 2022 hubo problemas de abastecimiento del fármaco 'Ozempic' cuando algunos famosos como Elon Musk dijeron que lo tomaban para perder peso. Personalidades tan famosas a nivel mundial como Oprah Winfrey han revelado que también toman estos fármacos para perder peso.
Recogimos la noticia en nuestro artículo 'Ozempic: el fármaco para la diabetes que los famosos han viralizado para perder peso'. Lo que en principio era un fármaco para la diabetes, terminó comprándose para otro fin para el que también tenía resultados, en parte por la supresión del apetito que generaba.
De hecho, fármacos como el 'Ozempic' todavía están viendo llegar efectos secundarios positivos como el rechazo a las bebidas alcohólicas y al tabaco en muchas personas al tomar Ozempic, o negativos como la posible ganancia de peso después de dejar de tomarlo o efectos adversos a nivel gastrointestinal.
Semaglutida y la irrupción de los fármacos para perder peso en el mundo
Aunque estos fármacos llevan dos décadas en desarrollo, la verdadera popularidad no llegó hasta hace un par de años cuando la semaglutida recibió luz verde para ser consumida en el control de peso en EEUU. Al tomar este fármaco se conseguía descender una cantidad de peso importante sin cambiar nada, solamente inyectándose una inyección semanal.
A lo largo de este año surgieron nuevos estudios que revelaban que la semaglutida también era eficaz para reducir en un 20% el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares en personas con obesidad.
Proyección, sí, pero mucha incertidumbre
El costo prohibitivo de estos fármacos (más de $1000 al mes) y la incertidumbre de los posibles efectos adversos aún no vistos hacen que la historia del GLP-1 esté en el aire. Como en tantas otras ramas, aquí entra en juego la lucha entre industrias farmacéuticas y sanidad para lograr frenar el crecimiento de la obesidad, pero sin generar otros problemas derivados.
Está claro que los fármacos para el control de peso son el avance más importante del año 2023, pero como todo avance, tendremos que esperar a ver la película completa y tomar entonces las verdaderas decisiones. Hasta entonces, un buen control de la alimentación, el ejercicio físico y la ayuda psicológica en el proceso de pérdida de peso es lo más eficaz y sin efectos secundarios para la obesidad, y cuesta menos que los más de $1000 al mes de los tratamientos farmacológicos.
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Imágenes | Revista Science, Chemist4U (Flickr), Chemist4U (Flickr)
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