Los beneficios de la caminata a buen paso: un ejercicio al alcance de toda la población

Los beneficios de la caminata a buen paso: un ejercicio al alcance de toda la población

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Estamos en época de comilonas y excesos. La falta de ejercicio y el exceso de calorías vacías es una constante en Navidad. Por eso nosotros vamos a destacar una actividad sencilla que todos podemos llevar a cabo y que nos servirá para quemar parte de esos excesos que estamos llevando a cabo en esta época. Se trata de la caminata rápida.

Caminar es una actividad que debemos practicar de manera habitual, ya que nos mantiene activos y todo el mundo la puede realizar. En Vitónica hemos destacado en infinidad de ocasiones lo importante que es llevarla a cabo., Nosotros en esta ocasión nos vamos a detener en algunos aspectos a tener en cuenta en lo que a la caminata se refiere.

Existen infinitas maneras de realizar la caminata. El modo paseo, relajado, es una de las más practicadas. Nosotros en esta ocasión nos vamos a detener en la caminata rápida, ya que es más efectiva y los beneficios que vamos a obtener serán mucho mayores y los conseguiremos casi, casi sin apenas darnos cuenta.

Beneficios de caminar

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Siempre, la recomendación que se nos hace, es que caminemos por lo menos media hora al día. La verdad que no es nada descabellado y es una buena práctica y un hábito perfecto que todos nosotros deberíamos adquirir. Para que esto sea así y haga mella en nosotros, vamos a detenernos en los beneficios generales de caminar:

  • Ante todo, caminar nos ayudará a activar la circulación sanguínea en todo el cuerpo. Esto tendrá una serie de consecuencias, como por ejemplo, mejorar el estado general del sistema circulatorio, y el funcionamiento cardiaco.
  • Una consecuencia de esta activación será el mantenimiento de los niveles de colesterol a raya, y es que al activar la circulación mejoraremos considerablemente nuestro estado general.
  • El consumo energético será mayor, por lo que la pérdida de peso será una de las consecuencias de caminar todos los días. Este efecto traerá consigo una serie de beneficios como la reducción de la grasa acumulada en el organismo. Como hemos dicho antes, se verá reflejado en una disminución de los niveles de colesterol.
Caminar nos ayudará a activar la circulación sanguínea, y con ello a mejorar los niveles de colesterol, la actividad cardíaca, a reforzar el organismo...
  • No olvidemos que al aumentar la quema de calorías al caminar, lo que conseguiremos también será mantener en perfecto estado los niveles de glucosa en el organismo, ayudando al organismo a procesar mucho mejor la glucosa. Esto a la larga nos ayudará a prevenir enfermedades como la diabetes.
  • Otro de los beneficios que nos aportará caminar de manera habitual será mejorar la presión arterial, haciendo que consigamos unos niveles que nos alejen del riesgo de padecer hipertensión y los problemas derivados de la misma.
  • En cuanto al trabajo muscular, caminar nos aportará una serie de beneficios importantes, ya que no debemos olvidar que en el desarrollo de la actividad entran en juego los músculos de las piernas y parte de la zona de los brazos. Por ello, caminar será una buena manera de tonificar los músculos de las piernas y los glúteos sobre todo.
  • Este trabajo muscular nos ayudará también a mejorar la circulación en esta parte del cuerpo, mejorando considerablemente el estado de los tejidos. De este modo, lo que podemos conseguir poco a poco es mitigar y disminuir la acumulación de toxinas que causan la celulitis y la piel de naranja en esta parte del cuerpo.
  • No olvidemos que el abdomen se  verá involucrado y por lo tanto lo trabajaremos sin apenas darnos cuenta, ya que es un motor importante a la hora de desplazarnos y poner en comunicación la parte superior e inferior del cuerpo.
  • Es una alternativa mucho menos lesiva que la carrera, ya que el impacto es menor y por lo tanto nos permitirá realizar ejercicio aeróbico de una manera más segura y más sostenible en el tiempo. No debemos perder de vista que al caminar realizamos un ejercicio aeróbico y anaeróbico bastante completo y efectivo.

Es cierto que los beneficios de comenzar a caminar son muchos, pero nosotros en esta ocasión nos queremos detener en la caminata rápida. Esta actividad aumenta la intensidad de la caminata convencional, y es que ya debemos aumentar la velocidad y la intensidad. Para ello se requiere de una preparación física previa que podemos tener o adquirir poco a poco aumentando la velocidad y la intensidad de la actividad.

La caminata rápida, una alternativa perfecta para la carrera

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La caminata rápida consiste en una buena alternativa al running, y sobre todo para las personas que tienen dificultades para correr, o que no disfrutan con este tipo de actividad. Por ello caminar deprisa es una buena alternativa a tener en cuenta. Eso sí, las personas que la practican deberán tener una vocación deportiva previa y ganas de progresar y mejorar en las metas.

La caminata rápida es una muy buena alternativa para las personas que tienen ciertas dificultades y no pueden realizar carrera

No siempre se puede realizar carrera aunque se quiera, ya que se trata de una actividad con un impacto mayor en el organismo. Por ello tenemos la caminata rápida como alternativa. Nosotros queremos destacar algunos casos en los que esta modalidad es una de las mejores alternativas para mantenernos activos y realizar un buen ejercicio aeróbico:

  • Está recomendado en personas que tienen sobrepeso o problemas articulares, sobre todo de rodilla y cadera. En la caminata el impacto es mucho menor que en la carrera, y por ello las articulaciones se verán mucho menos sometidas.
  • Es una buena actividad para personas que tienen cardiopatías leves y la carrera no es tan recomendable a causa del esfuerzo rápido que supone para el corazón. En este caso el esfuerzo es menor y más progresivo.
  • También es adecuado para personas que padecen asma o diabetes, ya que es la mejor manera de realizar ejercicio sin llevar al límite al organismo.
  • Lo que no debemos olvidar es que es una actividad con la que nos podemos iniciar si somos sedentarios y no estamos acostumbrados a realizar ningún tipo de ejercicio. Puede ser la antesala perfecta para, poco a poco, seguir evolucionando y llevar a cabo carrera. Aunque si no nos gusta correr, es una de las mejores maneras de realizar un ejercicio aeróbico completo y efectivo.

Algunos puntos a tener en cuenta para realizar una técnica perfecta de caminata

Seguro que si nos dicen que caminemos, todos pensamos que lo sabemos hacer, pero nada más lejos de la realidad. Como en la carrera, en la caminata rápida, existe una técnica a tener en cuenta para optimizar la actividad y los resultados que vamos a conseguir con la misma. Nosotros nos vamos a detener en los puntos a tener en cuenta a la hora de salir a caminar. El resto simplemente será ir acelerando el paso y aumentar la intensidad poco a poco.

La importancia de la postura

Aunque parece sencillo, la postura a la hora de caminar es importante. Debemos mantener una pose neutra, es decir, no debemos adelantar la cadera ni atrasarla. Mantener la espalda recta y el abdomen contraído será una buena opción para conseguirlo.

Lo ideal en este caso, es no forzar la cadera, y por ello debemos mantenernos lo más cómodos posible al caminar Al cambiar el ángulo de la cadera, lo que conseguiremos será cargar toda la tensión en esta parte. Esto hará que nos cansemos antes y que poco a poco podamos llegar a hacernos daño en esta parte del cuerpo.

El movimiento de los brazos, igual de importante

Mirar al frente y concentrarnos en el movimiento que estamos haciendo es fundamental. Al igual que lo es mover el tren superior de la manera correcta. En la caminata los brazos seguirán el compás y el ritmo de las piernas, pero no los podemos colocar de cualquier manera, ya que podemos llegar a cansarnos e incluso a hacernos daño en los hombros.

Colocar la cadera de manera adecuada, mover los brazos al compás de las piernas y pisar correctamente, algo esencial a la hora de caminar rápido

Por ello lo ideal es colocar los brazos laterales al tronco, relajados, y en un ángulo más o menos de 90 grados. Los hombros no debemos echarles hacia adelante, si no que tienen que estar relajados. Los brazos son solo una herramienta para marcar el paso, es decir, se moverán a la vez que las piernas. Nunca más rápido ni de manera exagerada, ya que nos podemos hacer daño en esta parte.

Apoyar bien los pies para optimizar la pisada

Como siempre, el apoyo completo de la planta del pie es necesario y muy importante a la hora de caminar. Debemos comenzar apoyando el talón, sin elevar la punta, es decir, el movimiento tiene que ser natural. Empezaremos con el talón, para hacer que el propio giro del paso nos haga afianzar la zona media del pie, y terminar en la punta del mismo.

Este movimiento parece sencillo, pero no debemos descuidarnos, pues tendemos a concentrar toda la tensión en la parte del talón, para correr más. Esto nos puede traer a la larga problemas como la sobrecarga de la musculatura que rodea la tibia y el peroné, y en muchos casos dolores en esta parte de las piernas que nos impedirán seguir realizando la actividad.

¿Qué es caminar rápido?

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Una vez sepamos los beneficios y algo de la técnica para comenzar a caminar rápido, es importante que tengamos en cuenta qué es para nosotros caminar rápido. Cada persona tiene un ritmo y unas capacidades, y por ello vamos a fijar un baremo que nos indicará si estamos o no caminando rápidamente.

El nivel más bajo a la hora de caminar es el que es similar al que llevamos a cabo cuando estamos paseando o caminando de manera normal. Se trata de un modo tranquilo y relajado, en el que apenas las pulsaciones notan la actividad, ya que nuestro cuerpo está más que acostumbrado.

Caminar rápido dependerá de cada persona y sus cualidades. Por ello es importante saber escucharnos y delimitar hasta donde somos capaces de llegar

En cambio, el nivel más alto será lo máximo que podamos movernos caminando y manteniendo la postura correcta justo antes de empezar a correr. Esta será la mayor intensidad a la que podamos llegar, y que poco a poco, a medida que practiquemos, conseguiremos aumentar sin apenas darnos cuenta de ello.

Pero entre estos dos puntos, existirán otros que serán en los que nos mantendremos durante todo el tiempo que dure la actividad. No debemos caminar lento, ni tampoco siempre al máximo de nuestra capacidad, ya que corremos varios riesgos, el de no obtener el beneficio que buscamos con la actividad, y el de sobrecargar las piernas y llegar a hacernos daño sin necesidad.

A la hora de realizar esta actividad es muy importante que nos sepamos escuchar a nosotros mismos para saber dónde está la velocidad adecuada para conseguir una actividad plena y que se ve a reflejada en nuestra salud. Nunca debe doler ninguna articulación, y debemos ser capaces de aguantar el tiempo establecido para desempeñar este ejercicio. Si no es así es importante que disminuyamos la velocidad y corrijamos el paso.

De cualquier manera, la caminata rápida es una de las mejores alternativas para mantenernos activos y consigamos realizar un ejercicio aeróbico muy completo que nos ayudará a mantenernos en forma. No olvidemos que lo podemos hacer en cualquier terreno y que es apto para todo tipo de personas que quieran mantenerse activas.

Imágenes | Unsplash

Video | Youtube/ Sikana ES

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