Con la llegada del buen tiempo apetece más practicar deporte al aire libre. Y si puede ser en el agua, mejor, más refrescante. No obstante, es necesario tomar una serie de precauciones para evitar malas pasadas. De entrada, lo primero que hay que hacer es que echar un vistazo a las previsiones meteorológicas, sobre todo si se van a practicar deportes náuticos. Pero veamos qué otras recomendaciones nos hace la Sociedad Española de Traumatología del Deporte (SETRADE).
ANTES DE EMPEZAR
* Hay que calentar y estirar antes y después de la actividad deportiva, para prevenir lesiones.
* Controlar la temperatura y la humedad del ambiente. Por ejemplo, con una temperatura de 32º C y una humedad relativa del 80% el cuerpo no evapora agua a través del sudor y, por lo tanto, no hay pérdida de calor. En estas condiciones se debe evitar hacer ejercicio.
* Controlar el viento: el viento aumenta el flujo de aire sobre la piel y facilita la pérdida de calor.
* Vigilar el sol. Por dos razones: las radiaciones solares incrementan la temperatura del cuerpo, tanto directamente como reflejadas a través del agua y la arena. Y porque sin la protección adecuada, existe el riesgo de quemaduras e incluso de cáncer de piel.
* Vestir ropa adecuada: para favorecer la pérdida del calor corporal lo mejor es utilizar la mínima posible y que la que se use esté fabricada con fibras naturales, sea holgada, de colores claros, mejor los blancos, pues reflejan todo el espectro solar. Y si no se está dentro del agua, se recomienda usar gafas de sol y gorra.
DURANTE EL EJERCICIO * Ingerir agua de forma regular para evitar la deshidratación . Se recomienda beber 250 ml antes de la práctica deportiva y 250 ml cada 30 minutos de actividad, para evitar que el deportista tenga sed, signo inequívoco de deshidratación inicial.
Foto: Cetursa
Vía | Yahoo Noticias Más información | Sociedad Española de Traumatología del Deporte
