2020 ya ha llegado y con él las nuevas intenciones y buenos propósitos para el nuevo año. Los primeros días de enero son el momento en el que recogemos el balance del año anterior y nos prometemos cambiar cosas de nuestra vida para mejor. Es por ello que, ahora sí, lo tenemos decidido y tenemos claro que este año vamos a empezar a hacer deporte y a ponernos en forma.
Lo único que nos falta ahora es saber por dónde empezar. Y aunque parezca algo menor, la verdad es que esta decisión puede influir en que sigamos haciendo deporte el resto del año o nos rindamos incluso antes de empezar. Por ello, te contamos cómo puedes elegir un deporte que se adapte a ti y a tus necesidades.
Cuál es tu estado físico actual y tu nivel deportivo
Nuestro estado físico influirá enormemente en cuál sea el mejor deporte para nosotros en este momento. Por ello, es recomendable que antes de nada - especialmente si llevamos mucho tiempo sin hacer ningún tipo de actividad física - nos hagamos una prueba de esfuerzo.
De esta manera sabremos si todo en nuestro cuerpo, especialmente el corazón, está en condiciones adecuadas para enfrentarse al deporte sin ningún tipo de riesgo y que aguantará el esfuerzo al que le sometamos.
Si somos personas muy sedentarias deberíamos comenzar con un acondicionamiento general y de manera progresiva - también en el caso de que partamos de un sobre peso -. Podemos empezar con deportes más ligeros y de menos exigencias e ir aumentando. En el caso de que tengamos sobrepeso, mejor evitar al principio los deportes de alto impacto y aumentar nuestro nivel de actividad general. Caminar, practicar natación, tenis, o ciclismo pueden ser buenas ideas.
Nuestra edad también importa
Se trata de un factor muy importante a tener en cuenta antes de decidir qué deporte vamos a comenzar a practicar. Posiblemente uno de los más importantes. No solo porque nuestros gustos van cambiado, sino porque tenemos necesidades diferentes.
En la etapa adolescente suele ser buena idea practicar deportes en equipo ya que no solo permite entrenar el cuerpo y ser una puerta a otros deportes competitivos, sino que también se trabajan los valores. En el caso de adultos jóvenes las necesidades pueden cambiar ya que se empieza a trabajar, a tener menos tiempo y a tener más estrés. Por ello, deportes como el boxeo o el kickboxing pueden ser una buena opción, así como otros que nos relajen y cuiden nuestro sistema cardiovascular. Por ejemplo, el running, Yoga o Pilates.
En el caso de adultos mayores las cosas también cambian. En esta etapa se trata más de conservar movilidad en nuestras articulaciones y músculos, así como mantener nuestra salud. En esta edad nuestra mejor opción es buscar deportes con una intensidad moderada que no impliquen mucho impacto. Son buena idea la natación, los ejercicios aeróbicos ligeros u otras actividades como el Pilates.
Independientemente de la edad, el entrenamiento de fuerza está recomendado para todos los grupos, personas y estados físicos. Lo único que necesitaremos es adaptar ese entrenamiento a nuestras características.
Qué deportes son más eficientes a la hora de ponernos en forma
Algo que muchos de nosotros querremos tener en cuenta es la eficiencia que el deporte que elijamos tendrá a la hora de ponernos en forma. Hace tan solo dos años el departamento de epidemiología de la Universidad de Harvard publicó una guía para aquellas personas que estuvieran empezando a entrenar.
En esta guía, entre otras cosas, se detallaba cuáles eran algunos de los mejores deportes para ponernos en forma de manera global:
- Natación: un ejercicio muy completo que requiere la coordinada de prácticamente todos nuestros músculos. Además, al practicarse dentro del agua también supone un ejercicio de resistencia combinado con el trabajo cardiovascular. Eso sí, para aprovecharlo al máximo debemos recordar calentar bien antes de nadar, aprender muy bien la técnica adecuada y combinarlo con entrenamiento de fuerza.
- Tai-chi: se trata de un deporte muy completo que implica un gran equilibrio entre mente y cuerpo. Este arte marcial requiere de una gran conciencia de nuestro cuerpo, del control de la respiración y de un buen trabajo de coordinación.
- Entrenamiento de fuerza: uno de los entrenamientos más básicos y necesarios si queremos ponernos en forma. Se trata de un entrenamiento que podemos hacer independientemente de nuestro estado de forma, edad u objetivos.
- Caminatas: caminar es una actividad muy subestimada y, sin embargo, especialmente en principiantes o personas muy sedentarias, puede ser la actividad que marque la diferencia. Caminar más de forma ligera implica aumentar nuestro nivel de actividad y mejorar nuestro estado físico.
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