Bajo el nombre en inglés de oatmeal cups, este formato de llevar al horno la típica avena de desayuno o merienda es una forma muy cómoda de tener un bocado nutritivo listo para tomar y llevar con antelación, que además congela sin problemas y nos ahorrará muchas preocupaciones durante días.
Se pueden utilizan moldes o bandejas de muffins o magdalenas normales, pero son más prácticos los tipo mini para convertir estos pastelitos en un bocado snack más versátil a la hora de tomarlo cuando lo necesitemos. En esta ocasión los hemos endulzado ligeramente con un poco de crema de dátil casera, que ayuda también a dar más consistecia, pero se puede omitir o sustituir por un edulcorante tipo eritritol, puré de manzana o plátano maduro machacado.
Precalentar el horno a 175ºC con calor arriba y abajo, y engrasar una o dos bandejas de mini muffins, o de tamaño normal (saldrán menos), o usar cápsulas antiadherentes también ligeramente engrasadas con aceite; el spray pulverizador es muy práctico para esto.
Batir en un recipiente los huevos con unas varillas manuales, añadir la leche o bebida vegetal, el tahini o mantequilla de frutos secos, el yogur y el sirope o puré de fruta madura. Añadir el resto de ingredientes, reservando frutos secos picados para coronar, mezclando hasta tener una masa homogénea.
![Avena Horneada Pasos](https://i.blogs.es/e89718/avena-horneada-pasos/450_1000.webp)
Repartir la masa en los moldes, coronar con los frutos secos o más semillas al gusto, y hornear durante unos 15-20 minutos, según el molde y el tamaño, hasta que al pinchar en el centro con un palillo salga limpio.
Esperar a que se enfríen fuera del horno antes de desmoldar pasando un cuchillo por alrededor de cada unidad. Si se van a congelar, esperar a que estén completamente fríos y usar una bolsa de cierre hermético.
Con qué acompañar la avena al horno
Más crujientes por fuera y tiernos por dentro, estos pastelitos de avena se pueden repartir en las raciones acordes con nuestras necesidades según encaje en nuestra rutina: desayuno, antes o después de entrenar, mini postre nutritivo, merienda, picoteo, etc. Son saciantes y energéticos, con un toque dulzón que puede ayudar a calmar las ansias de dulce que a veces podemos tener en una jornada estresante, o para evitar los picos de hambre entre horas. Se descongelan rápidamente si se dejan a temperatura ambiente en su formato pequeño, o se puede usar el microondas, el calor residual del horno o incluso un tostador adecuado.
En Vitónica | Mini muffins keto con arándanos: receta saludable
En Vitónica | Pastel fitness de manzana, avena y almendra: receta saludable sin azúcar