Dormir no es perder vida, es ganarla. Muchas personas creen que las horas de sueño son horas perdidas, pero no, esas horas de descanso son horas invertidas para que el resto del día estemos al 100%. Cuando dormimos menos o más de lo necesario, o alteramos la hora en que nos vamos a la cama, comenzamos a aumentar el riesgo de aparición de todo tipo de enfermedades, nuestro rendimiento deportivo es peor y podemos desembocar en un círculo peligroso que afectará gravemente a nuestra salud.
Dormir es una inversión, no un gasto
Dormir lo suficiente es obligatorio, más que necesario, si queremos gozar de una buena salud general. Existen muchos anuncios que proponen despertarse a las cuatro o cinco de la mañana para ser más productivos y tener más éxito, y eso es posible, pero si nos acostamos a las 20.00h o a las 21.00h para conseguir dormir entre siete y nueve horas por noche.
Dormir menos para estar más tiempo despiertos no es más productivo, sino todo lo contrario, además de ir erosionando la salud poco a poco. Hay casos en los que el sueño se compromete sin poder evitarlo (viajes, ansiedad, insomnio, cambios de turno de trabajo...), pero la mayoría podemos ajustar nuestras horas de sueño.
Uno de los casos en los que conciliar el sueño puede ser más complicado que para otras personas es si entrenamos por la noche y entramos en un estado de sobreexitación. Si es tu caso, o tienes problemas para dormir por diferentes causas que han alterado tu ritmo circadiano, el uso de melatonina puede ser muy interesante, aunque lo ideal es que intentes regular el horario para irte siempre a la misma hora a la cama.
Si no dormimos las horas suficientes (entre 7 - 9 horas) nos encontramos frente a numerosos problemas de salud y de pérdida de rendimiento. Esa es la razón por la que debemos tener una correcta higiene del sueño y, al igual que nos despertamos a la misma hora, acostarnos a la misma hora, habiendo un espacio de 7 - 9 horas de descanso.
Falta de sueño versus deficiencia de sueño
Antes de continuar con el artículo, hay que diferenciar entre falta de sueño (si no se duerme un día lo suficiente) y deficiencia de sueño que es un concepto más amplio que abarca: no dormir lo suficiente de manera crónica, dormir a la hora que no toca (por ejemplo trabajadores de noche), tener un descanso de mala calidad por algún trastorno.
Una falta de sueño puntual por cualquier motivo tendrá unos efectos pasajeros, como peor concentración, rendimiento y problemas para estar al 100%. Sin embargo, se eliminará cuando durmamos lo necesario al siguiente día. La deficiencia de sueño sí es más grave y puede conllevar a nocivos efectos sobre la salud, que puedes ser leves o agravarse.
Al igual que la deficiencia del sueño acarrea problemas para la salud, también hace lo propio el exceso de sueño. Dormir más del margen recomendado, entre siete y nueve horas, generará también muchos de los efectos nocivos que vamos a ver a continuación.
Efectos de la deficiencia del sueño en la salud general
La deficiencia del sueño, recuerda que es dormir mal o el tiempo insuficiente de manera crónica, afecta al rendimiento académico, laboral y a las conexiones sociales. Un error común que solemos cometer es dormir poco antes de un examen o reunión importante, ya que ese repaso de última hora nos dará peores beneficios que dormir bien.
Deficiencia de sueño en el cerebro
Dormir mal de manera crónica hace que nuestro cerebro sea menos eficaz a la hora de concentrarse en una tarea y atender a ella, por lo que nos costará más aprender y ser creativos. Siendo muy reduccionistas, el cerebro de las personas que duermen bien harán un cálculo matemático mucho más rápido y tendrán mayor facilidad para crear ideas que el cerebro de las personas con deficiencia de sueño.
La salud mental por un mal funcionamiento de las conexiones neuronales puede desembocar en trastornos como depresión, ansiedad o trastorno bipolar. Si no se soluciona la deficiencia del sueño, la alteración mental puede ir a más y puede ser más difícil de revertir.
Deficiencia de sueño a nivel social
"Yo si no como o no duermo soy otra persona". Seguramente hayas escuchado más de una vez esa afirmación, y es cierto que la falta de sueño puede alterar nuestro estado de ánimo. Puede incluso que tengamos más problemas que una persona que duerme lo suficiente en comprender emociones y reacciones de otras personas.
A nivel académico y laboral, la privación de sueño hará que se una el peor rendimiento de nuestro cerebro con un peor estado de ánimo, lo que puede llevar a tener problemas de resultados y sociales en el colegio o en el trabajo.
Malas decisiones por deficiencia de sueño
Cuando dormimos poco escogemos peor los alimentos. ¿No te ha pasado que en el desayuno eres capaz de no caer en la tentación de los dulces de la despensa, pero cuando llegas por la noche del trabajo caes en la tentación? La razón es que la fatiga nos hace tomar peores decisiones.
Coger el coche cuando estamos cansados, con el riesgo de accidente que eso supone, tomar una decisión que si hubiéramos estado descansados no hubiese sido así, etc. Esas son algunas de las malas decisiones que se toman por deficiencia de sueño.
El descanso es salud
La deficiencia de sueño se relaciona con todo tipo de problemas de salud: presión arterial alta, enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares, obesidad, alteraciones metabólicas, depresión y más. El descanso es clave para que nuestro cuerpo funcione a la perfección, como lo es la comida o el ejercicio físico.
Si no descansamos lo suficiente cada noche con unos horarios marcados, nuestro cuerpo tendrá problemas para hacer sus funciones. Imagina que tienes un tornillo suelo en tu coche. En el primer viaje no tiene porque pasar nada, en el segundo puede que tampoco, pero cuantos más kilómetros hagas, ese tornillo suelo irá moviéndose más y más.
A la larga, tu coche desarrollará algún problema. Nuestra salud pasa por lo mismo cuando tenemos deficiencia de sueño (tornillos sueltos). La falta de sueño produce lo mismo que la falta de vitaminas y minerales, haciendo que nuestro cuerpo tenga déficits y mayor riesgo de todo tipo de enfermedades.
¿Qué ocurre si no duermo lo suficiente en mi rendimiento deportivo y composición corporal?
Cuando no dormimos lo suficiente, nuestro cuerpo tiene hasta un 50% más de problemas para perder grasa y para aumentar la masa muscular. Para ganar la máxima masa muscular y poder aplicar la máxima fuerza es necesaria dormir entre siete y nueve horas cada noche.
El descanso completo nos ayudará a que nuestros músculos se recuperen de los entrenamientos anteriores y elimine el daño muscular causado con ellos. Si no dormimos lo suficiente, además de tomar peores decisiones en el juego, la fatiga aparecerá antes.
Eso supone poder correr a menor velocidad, saltar menos, hacer menos repeticiones o levantar menos carga en el gimnasio. Por lo tanto, el sueño y el rendimiento deportivo van de la mano, ya sea para ser mejor deportista o para mejorar la composición corporal.
En Vitónica | Esto es lo que le pasa a tu cerebro cuando no te vas a dormir cada noche a la misma hora
Imágenes | Kinga Howard (Unsplash), Yuris Alhumaydy (Unsplash), Ben Blennerhassett (Unsplash)
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