Cuánto engordan los alimentos que no engordan

Cuánto engordan los alimentos que no engordan

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Joanna Kosinska 544543 Unsplash

Con la llegada a nuestras vidas de las redes sociales, cada vez más profesionales están pudiendo, por suerte, hacer llegar a un público más amplio sus conocimientos y la divulgación ya no solo se da en revistas especializadas, sino que podemos encontrarla en redes sociales como Twitter e Instagram. 

Entre estos profesionales que utilizan cada vez más las redes para divulgar sus conocimientos se encuentran los dietistas-nutricionistas. Sin embargo, todavía se enfrentan a una gran desinformación en cuanto a la alimentación y las dietas.

Y es que vivimos rodeados todavía de falsas creencias. Entre ellas nos encontramos con el consumo habitual de algunos alimentos cuando estamos a dieta, creyendo erróneamente que nos ayudan a perder peso.

El consumo de productos sin azúcar o light en las dietas

Sam Moghadam 1234623 Unsplash

Es habitual encontrar personas que intentan cuidar su alimentación, o que se ponen a dieta con el fin de adelgazar, pero que consumen de manera muy habitual productos como caramelos y chicles sin azúcar, refrescos light, tortitas de maíz o de arroz, o barritas y otros sustitutivos de la comida

Este tipo de alimentos, incluidos en un contexto de dieta, se suelen consumir con la creencia de que al ser light o sin azúcar no engordan y, por tanto, podemos comerlos sin ningún tipo de peligro y utilizarlos para paliar, sin consecuencias, el hambre que podemos estar pasando. 

Sin embargo, estos alimentos pueden no solo engordarnos más de que lo creemos, sino afectar a nuestro organismo y a nuestros hábitos de manera que motiven y mantengan los hábitos alimenticios y nutricionales que nos llevan al sobrepeso. 

Cuánto engordan los productos que no engordan

¿Cómo puede ser si son light o sin azúcar? El primer problema es la concepción que tenemos de lo que son los alimentos de este tipo. En el caso de los alimentos que indican ser sin azúcar, debemos siempre mirar bien las etiquetas, ya que pueden incluir azúcares naturalmente presentes

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Pero no solo eso, sino que pueden llevar grandes contenidos de grasa que también pueden afectar a nuestro peso. En el caso de los productos light, lo único que significa es que presentan una cantidad más baja de azúcares o grasas que el producto normal. Sin embargo, el número de calorías suele ser muy similar.  

Una de las paradojas con este tipo de alimentos es que al percibirlos como más saludables - y con menos riesgo de engordarnos - acabamos comiendo más. Lo que suele suponer que consumimos más calorías que si comiéramos el producto tradicional. Por poner un ejemplo, uno de los yogures 0% más conocidos tiene por 100gramos casi la misma cantidad de azúcar que los refrescos azucarados en 100ml.

Otro de los problemas que encontramos es la presencia de edulcorantes en los alimentos light o sin azúcar. Aunque los edulcorantes se tratan de aditivos perfectamente seguros, lo que no está claro es que tengan demasiadas ventajas ni en nuestra salud ni en nuestro peso. De hecho, en el caso de los refrescos light se encuentra que correlacionan con una mayor circunferencia abdominal y prevalencia de diabetes, además del aumento de la sensación de hambre. 

El problema en estos casos es que el uso a largo plazo de edulcorantes mantiene alto o aumenta nuestro umbral de dulzor. Esto significa que vamos a seguir teniendo antojo de azúcar y que deseemos consumir dulces, pudiendo boicotear nuestra dieta. 

Más problemas que la cantidad de calorías consumidas

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Sin embargo, estos alimentos que supuestamente no engordan no solo tienen el problema de hacernos engordar más de lo que creemos, sino que pueden no ser absolutamente nada sanos para nuestro organismo

Hace unos días en Vitónica os hablábamos de la promoción de algunas "gominolas saludables" que se elaboran sin azúcar, añadiendo edulcorantes y que no nos aportan calorías. Este tipo de alimentos pueden ser muy tentadores en nuestra dieta ya que no nos engordan, nos permiten darnos un capricho y, además, indican ser buenos para nuestra salud. 

Para empezar, se tratan de alimentos - igual que los chicles, los caramelos, o los refrescos sin azúcar - que no nos aportan ningún nutriente y que desplazan a otros alimentos mucho más nutritivos. Además, si los consumimos en grandes cantidades, pueden tener efecto laxante, además de aparecer síntomas como la hinchazón y los gases  debido a la presencia de polioles. 

No podemos dejar de lado el aspecto emocional

Un aspecto del que no se habla tanto con relación a nuestra alimentación - especialmente cuando estamos a dieta, pero no solo - es el del hambre emocional. Este se basa de la necesidad que tenemos algunas personas de comer como respuesta a emociones negativas como el estrés, la tristeza o, simplemente, el aburrimiento. 

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Es más que probable que algunos de nosotros hayamos asaltado la nevera en casa simplemente porque estábamos aburridos. En algunos casos, podemos confundir nuestras emociones con hambre y utilizar la comida como estrategia para regular nuestras emociones provocando que comamos sin tener hambre real. 

El consumo de alimentos para picotear - con la creencia de que, además, no nos engordan - como los chicles, los caramelos, o las tortitas de maíz, pueden reforzar ese comportamiento de comer sin hambre y se relaciona con un mayor riesgo de padecer obesidad. Por ello, es importante que aprendamos a reconocer las señales de nuestro cuerpo y comer únicamente cuando tengamos hambre. 

Adoptar hábitos saludables 

Estos alimentos, la mayoría de ellos ultraprocesados, no nos ayudan a aprender hábitos más saludables, sino que pueden generar que desplacemos alimentos adecuados y nutritivos en su favor. En el momento en el que terminemos la dieta, no habremos aprendido a comer de manera más sana y volveremos a nuestros hábitos normales.

Por ello, es importante que cualquier dieta que sigamos no sea una dieta, sino que sea un cambio de hábitos que nos lleve a una alimentación más sana y consciente. Un estilo de alimentación que podamos mantener a largo plazo, que nos ayude a aprender a comer únicamente cuando tengamos hambre y que se complemente con un aumento de la actividad física

No hay atajos para poder estar más sanos y los productos light tampoco lo son

Imágenes  |  Unsplash, Pexels

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