Si buscas una nueva forma de cocinar tofu, prueba este método inspirado en una técnica tradicional de la cocina china, sencillísima y que se puede personalizar al gusto simplemente cambiando los ingredientes del aliño. Se prepara además en pocos minutos y puede degustarse caliente, frío o templado, y es perfecto para dejar listo con antelación o llevar en táper.
La autora nos cuenta que esta técnica se denomina liangban, y consiste en blanquear el tofu firme en agua hirviendo salada para después cortar la cocción rápidamente con agua helada. A continuación se mezcla con una especie de pesto con abundantes hierbas aromáticas, que a falta de las tradicionales asiáticas más difíciles de encontrar, podemos sustituir por la que más nos guste o una mezcla, como cilantor, perejil, albahaca fresca, cebollino, etc.
El tofu, así, en lugar de tener que escurrirlo de su líquido y presionarlo bien envuelto en varias capas de papel de cocina o tela con un peso encima, para después marcarlo a la plancha y sellarlo, mantiene su textura más cremosa y tierna, cogiendo todo el sabor y aroma fragante del aliño. Recomendamos rallar el ajo o usar un prensador para sacar su pulpa jugosa, y ajustar la cantidad del mismo según la potencia que tenga o la tolerancia que tengamos a su sabor.
Escurrir el tofu de su líquido y secar ligeramente con papel de cocina. Cortar en cubos del tamaño de un bocado con un buen cuchillo afilado y llevar a ebullición una cazuela con abundante agua salada. Preparar un cuenco grande con agua muy fría o disponer sobre una fuente con hielos.
Cocinar el tofu en el agua hirviendo a potencia media durante unos tres o cuatro minutos, y esucrrir con una espumadera, con cuidado, dejando que se enfríe en el bol preparado.
Rallar o presionar el diente de ajo pelado, picar finas las hierbas bien lavadas y secar y mezclar todo con los aceites, la levadura de cerveza y la salsa de soja. Combinar con el tofu en una fuente mezclando suavemente con una espátula de silicona, probar y ajustar de sal.
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Con qué acompañar el tofu
Este tofu fragante se puede tomar recién hecho o tras varias horas reposando los sabores en la nevera, en frío, caliente o templado. Podemos servirlo de primer o segundo plato, en la cena sin necesidad de nada más, o con una guarnición de arroz, quinoa, pasta de arroz o integral, o cualquier plato de verduras que nos guste.
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