El arroz es uno de los cereales más populares y consumidos en todo el mundo. Su efecto en el organismo puede variar dependiendo la alternativa escogida Es por eso que te mostramos cuáles son las personas que deberían evitar el arroz blanco, según Harvard.
Arroz blanco y mayor riesgo de diabetes
El arroz blanco es un alimento fuente de una gran proporción de almidón y por lo tanto, posee un alto índice glucémico. Es decir, se metaboliza rápidamente y puede provocar una elevación brusca de glucosa de en nuestro cuerpo.
Su consumo se ha asociado a un mayor riesgo de sufrir diabetes tipo 2 y concretamente, el estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard, señala que quienes comían entre tres y cuatro porciones de arroz blanco tenían 1,5 veces más probabilidades de tener diabetes tipo 2 que las personas que comían una inferior cantidad de este alimento, mientras que por cada ración adicional de arroz blanco al día el riesgo aumentaba alrededor de un 10%.
Por otro lado, el consumo de hidratos de fácil asimilación como el arroz blanco puede favorecer la ganancia de peso corporal e incrementar el riesgo de enfermedades metabólicas, incluidas la diabetes tipo 2.
Por todo esto, la Universidad de Harvard desaconseja o recomienda limitar el consumo de arroz blanco en personas con alta predisposición a sufrir diabetes o con exceso de peso, ya que su consumo en apreciables cantidades en la dieta diaria puede incrementar el riesgo de sufrir resistencia a la insulina y posteriormente, diabetes tipo 2.
Las personas con diabetes ya diagnosticada y en tratamiento, también deberían evitar este alimento que puede perjudicar el control de la glucosa en sangre, ocasionando entre otras cosas picos o elevaciones bruscas en el organismo.
Los mejores reemplazos al arroz blanco
Sin duda el arroz blanco es un alimento muy popular, versátil y fácil de preparar, de allí su gran consumo. Sin embargo, como hemos dicho, puede resultar perjudicial para la salud metabólica, especialmente si se consume en apreciables cantidades y sin otros ingredientes, que favorezcan la reducción de su índice glucémico.
Por esta razón, aconsejamos acudir al arroz integral como el reemplazo ideal del arroz blanco o bien, emplear otros cereales integrales versátiles, con sabor neutro y fáciles de preparar como pueden ser por ejemplo el mijo o el cuscús integral así como también, pseudocereales como la quinoa, cuyo sabor neutro permite su utilización en diversos platos y posee una mayor proporción de proteínas vegetales y fibra que el arroz blanco.
Estas son las personas en las que Harvard recomienda evitar el arroz blanco para preservar la salud metabólica y mejorar el control de patologías altamente probables o ya presentes en el organismo.
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Imagen | Vivaan Rupani
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