El saludable brócoli es una de las verduras más agradecidas para convertir en la base de ensaladas que dejen a un lado la típica lechuga y tomate. Esta receta es un comodín perfecto al que recurrir a menudo, pues esencialmente podríamos prepararla simplemente con la crucífera y su aliño, y a partir de ahí sumar más ingredientes, como los pocos que proponemos hoy para darle un punto extra de sabor y nutrientes.
La clave está en cocinar el brócoli al dente, dejándolo ligeramente crujiente, con mordida, más nutritivo, sabroso y saciante, y conservando su brillante color verde. Para ello podemos blanquear o escaldar la verdura, o recurrir al vapor o, como en nuestro caso, el microondas. Es un plato estupendo para tomar templado, frío y reposado -lo podemos aliñar con antelación sin problemas- o a modo de guarnición caliente.
Cortar las piezas de brócoli separando los floretes, cortándolos por la mitad si son muy grandes, y los tallos más pequeños. Cortar y desechar la base de los troncos y pelar estos ligeramente, cortándolos también en piezas de un bocado.
Lavar todo bien y escurrir. Cocer en una vaporera sobre agua hirviendo o en el microondas durante unos pocos minutos, hasta que esté "mordible" pero crujiente, enfriándolo rápidamente. También se puede escaldar en agua.
Trocear las aceitunas retirando los huesos y picar el perejil previamente lavado y seco. Batir el zumo de limón con el aceite de oliva, el vinagre, sal y pimienta negra, hasta emulsionar. Es más fácil dentro de un bote pequeño con tapa hermética, agitándolo con fuerza.
Disponer el brócoli en una fuente y mezclar con el aliño y las aceitunas. Servir con perejil picado, ralladura fina de limón, más pimienta y, opcionalmente, semillas al gusto.
Lékué - Estuche de vapor, color rojo, 1-2 personas (650 ml)
Con qué acompañar la ensalada de brócoli
Como primer plato, plato único ligero pero saciante o guarnición de carnes y pescados, esta ensalada de brócoli podemos prepararla también con antelación y llevar en táper al trabajo o de excursión. Si queremos que sea más saciante y completa la podemos servir con legumbres o algún grano integral, tofu salteado, huevo cocido o sobras de pollo asado, por ejemplo.
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