Smoothie bowl de fresas, plátano y queso fresco con avena. Receta saludable

Smoothie bowl de fresas, plátano y queso fresco con avena. Receta saludable
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Definitivamente, el buen tiempo está aquí y ya sí que podemos ir despidiendo la temporada de fríos hasta dentro de unos meses. Más horas de sol y temperaturas más altas traen consigo ganas de platos más frescos y ligeros, pero bien nutritivos. Ahora es cuando recupero recetas como los smoothie bowls, que además empiezan a llegar muchas frutas al mercado. Este smoothie bowl de fresas, plátano y queso fresco con avena es perfecto para arrancar la jornada con energía.

Fresas y plátano creo que combinan muy bien, y además me recuerdan a las meriendas de mi padre en esta época. Antes de que en España fuera conocida, la avena ya era un básico en mi casa cuando yo era pequeña, pues él trajo la costumbre de tomarla habitualmente desde Suiza. Así que en homenaje a mi padre he añadido copos de avena a este "batido de cuchara", que como siempre podéis completas como más os guste con los acompañamientos que añadimos por encima.

Ingredientes

Para 1 personas
  • Plátano natural o congelado 1
  • Fresa o fresón congelados 6
  • Queso fresco batido natural 120 g
  • Crema de cacahuete una cucharadita (o de almendra 100% natural)
  • Copos de avena dos cucharadas
  • Lima ( o 1/2 limón) 1
  • Fresa o fresón 1
  • Semillas de chía ( o de amapola, lino, cáñamo, sésamo, etc.)
  • Coco rallado (almendras o nueces al gusto)

Cómo hacer smoothie bowl de fresas, plátano y queso fresco con avena

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 10 m
  • Elaboración 10 m

La receta no podría ser más sencilla. Podemos prepararlo con batidora de vaso tipo blender, de brazo estilo minipimer o con una picadora o procesador de alimentos. Mejor hacerlo en el momento de consumir, aunque también se puede hacer la base y añadir los toppings al servirlo.

Cortar el rabito de las fresas y lavar bien, secándolas con suavidad. Trocear. Pelar el plátano y cortar en rodajas. Se puede congelar cortado una media hora antes para que la textura sea más espesa y fría, aunque no es necesario. Colocar estas frutas y el queso fresco en la batidora, añadir la cucharadita de crema de cacahuete o almendra, los copos de avena, la vainilla y el zumo y ralladura de la lima lavada.

Triturar todo muy bien, en varias tandas y removiendo si fuera necesario, hasta conseguir una buena textura homogénea. Ajustar la cantidad de queso o de avena al gusto, si queremos que sea más espeso. Llevar a un cuenco y decorar con una fresa extra lavada y laminada, frutos del bosque o alguna otra fruta fresca o congelada. Añadir las semillas que se prefieran (en mi caso, sésamo negro y cáñamo), copos de avena finos y almendras o nueces.

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Degustación

A mí me gusta tomar este smoothie bowl de fresas, plátano y avena con queso fresco en el desayuno o a media mañana, pero también es estupendo para reponer fuerzas a la hora de la merienda. Incluso se puede disfrutar como postre o para empezar cualquier almuerzo, yo no tengo problemas en comer fruta a cualquier hora del día. Sienta muy bien después de una sesión deportiva en los días en los que ya aprieta el calor.

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