En más de una ocasión, realizar ejercicio parece una misión imposible de concretar, ya que ante un ritmo de vida agitado y con miles de obligaciones y tareas pendientes en el camino, surgen un montón de obstáculos que debemos sortear. Por eso, te mostramos cómo puedes lograr hacer ejercicio aún cuando aparece imposible.
Excusas vs obstáculos
Lo primero que tenemos que hacer es evaluar verdaderamente qué nos está deteniendo y analizar cada situación en concreto que nos impide asistir al gimnasio o tomar unos minutos para entrenar cada día.
Dejar de pensar que se tratan de "excusas" y considerar que son verdaderos obstáculos nos permite analizar la situación y crear un plan de acción para sortearlos o eliminarlos.
Por otro lado, si sólo pensamos que estamos poniendo excusas, es frecuente considerar que estamos fallando y que no tenemos la voluntad suficiente como para alcanzar nuestros objetivos.
Por esta razón, replantear las razones que nos llevan a postergar o a suspender la práctica de ejercicio y considerarlos obstáculos genuinos, de manera tal de enfrentarlos y posteriormente superarlos, resulta fundamental.
Así, te mostramos cómo puedes superar los obstáculos más comunes y lograr hacer ejercicio, aún cuando parece imposible:
Falta de tiempo
La falta de tiempo, que nos impide conjugar la vida social y recreativa con la vida familiar y laboral, resulta uno de los principales obstáculos al momento de ejercitarnos con regularidad.
Sin embargo, podemos comenzar a plantearnos la posibilidad de entrenar unos pocos minutos cada día, o en fraccionar esos 60 minutos que habitualmente se realizan, en dos o tres sesiones diarias. No obstante, sólo 15 minutos de ejercicio al día puede ser suficientes para obtener beneficios y dejar atrás el sedentarismo.
Por otro lado, reprogramar la alarma para levantarnos unos minutos antes o bien, incluir como una tarea fundamental en nuestra agenda apretada el hecho de ir al gimnasio, son otras posibles soluciones que nos ayudarán a entrenar con regularidad.
Sentimiento de incomodidad o inhibitorios ante otras personas
Al momento de ejercitarnos, un obstáculo frecuente es la sensación de incomodidad o intimidante que experimentan muchas personas al momento de entrenar frente a otros.
Sin embargo, en la actualidad no hace falta ir a un gimnasio o a un centro de fitness concurrido para ponernos en forma, sino que en la comodidad de nuestra casa podemos lograr grandes resultados.
Además, siempre podemos buscar horarios con concurrencia reducida en el gimnasio o bien, entrenar en casa y para ello, acudir a videos, rutinas o aplicaciones móviles que nos ayuden a ejercitarnos sin la presencia de extraños a nuestro lado.
Otra buena solución a este obstáculo es recordarnos cada día por qué queremos hacer ejercicio, pues en muchas ocasiones también resulta valioso contactar con otras personas que se ejercitan con regularidad y contar con la guía de una persona física, experta en entrenamiento y en los ejercicios que realizamos.
Demasiado calor o demasiado frío
Las temperaturas extremas en el ambiente pueden inhibirnos al momento de entrenar, reduciendo nuestra motivación o aminorando los deseos de salir de casa.
Sin embargo, como hemos dicho, siempre tenemos la opción de entrenar en la comodidad de nuestro hogar en un ambiente climatizado, aunque la mayor parte de los centros de fitness también pueden ofrecernos un ambiente agradable en cuanto a temperatura para ejercitarnos.
Por otro lado, adaptar la actividad que realizamos a la época del año que transitamos también resulta una buena alternativa, pudiendo en primavera y en otoño en que las temperaturas son moderadas, ejercitarnos al aire libre y otros días en que las condiciones climáticas no lo permiten, aprovechar para realizar entrenamiento de fuerza en la comodidad de nuestra casa o en el gimnasio.
Falta de espacio físico o lugar
Si vivimos en un lugar que nos queda muy alejado de centros de fitnnes o gimnasio, siempre tenemos la opción de entrenar en casa y ello no implica disponer de muchos metros cuadrados, sino que con tener espacio para colocar una esterilla resulta suficiente como para poder mover brazos, piernas y realizar valiosos ejercicios.
Por otro lado, también podemos acudir a espacios al aire libre para salir a correr, a caminar o bien, para utilizar el mobiliario urbano para trabajar nuestros músculos ganando fuerza y tonicidad.
Cansancio o agotamiento constante
La falta de energía o experimentar cansancio y agotamiento de forma constante también suele ser un obstáculo frecuente al momento de hacer ejercicio. Sin embargo, debemos considerar que la actividad física cotidiana puede revitalizarnos por completo.
Por otro lado, también podemos evaluar cuáles son los momentos más apropiados para realizar ejercicio, ya que si experimentamos más energía por la mañana aprovecharemos este horario para entrenar, dejando nuestra tarde para tareas más pasivas.
Por otro lado, no debemos olvidar que empezar a hacer ejercicio puede ser la parte más difícil, pero una vez iniciado el movimiento la energía siempre nos acompaña.
Falta de dinero
Cada vez son más las personas que señalan que no pueden entrenar porque no quieren invertir un gran monto de dinero en la cuota de un centro de fitness o gimnasio, como así tampoco en la compra de elementos deportivos o máquinas costosas.
No obstante, vale aclarar que esto no es en absoluto necesario sino que podemos utilizar objetos caseros o mobiliario urbano; o incluso entrenar sin equipamiento alguno en la comodidad de nuestra casa o en un parque.
Por esta razón, contamos con la posibilidad de entrenar sin necesidad de invertir grandes cifras monetarias y en muchos casos, sin ser necesario desembolsar ni un euro de nuestro bolsillo.
Estás son algunas posibles soluciones a los obstáculos y excusas más frecuentes que nos impiden entrenar con regularidad, que nos permitirán ejercitarnos aún cuando parece imposible.
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Imagen | Foto de portada: Andrea Piacquadio, foto 1: Sonja Langford, foto 2: Anastase Maragos, foto 3: Arisa Chattasa, foto 4: Windows, foto 5: Adrian Swancar, foto 7: Alexander Grey.
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