¿Por qué hay personas que realizan el press de banca con los pies subidos al banco? Esta opción suele realizarse porque han escuchado o le han recomendado pegar la espalda completamente al banco para reducir el riesgo de lesión en la zona lumbar. ¿Es cierto o se trata de uno de tantos mitos de entrenamiento?
"Sube los pies al banco, que te vas a lesionar"
Nuestra espalda está llena de curvas naturales, que si se pierden o se exceden, dan lugar a desalineaciones como hiperlorsosis, hipercifosis o escoliosis. Si nuestra espalda tiene unas curvas adecuadas, deben respetarse siempre, tanto para el press de banca como para cualquier otro ejercicio.
Nuestra columna es una obra de ingeniería que está diseñada para soportar pesos altos, especialmente si la vamos adaptando moviendo cargas cada vez más elevadas. No tiene sentido aplastar esa curvatura subiendo los pies al banco, salvo casos concretos de desalineaciones o dolores.
De hecho, lo que producimos es todo lo contrario. Los pies deben darnos estabilidad en el ejercicio, además de ayudarnos a transmitir la fuerza desde el suelo. Si los elevamos, perderemos ambas características, tanto la estabilidad como la aplicación de fuerza.
Si has probado alguna vez a realizar press de banca con los pies elevados, habrás notado que la pérdida de rendimiento es sustancial, además de sentir como tus pies buscan innatamente apretar el suelo o no están cómodos en esa posición elevada.
Por lo tanto, ejecuta el press de banca con los pies completamente apoyados en el suelo, y deja a la curvatura natural de la espalda que haga su función. Una curvatura normal debe permitir deslizar la mano en el espacio entre el banco y la espalda.
Existen formas de aumentar ese arco lumbar, que es lo que hacen los practicantes de powerlifting para acortar el recorrido de la barra, pero eso no nos interesa si no somos powerlifters. La idea principal es que no tiene sentido ni evidencia el hecho de subir los pies al banco para realizar press de banca, sino que lo ideal es justo lo contario: apoyar los pies completamente en el suelo con la curvatura lumbar natural.
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Imágenes | Ketut Subiyanto (Pexels), Mike González (Pexels)
